La princesa Leonor arrancaba este mes de octubre con una agenda llena de compromisos tan trascendentales como simbólicos en su trayectoria como heredera de la Corona de España. El primero fue la jura de bandera, donde acumuló la atención de todos los focos, y el segundo fue el pasado Día de la Fiesta Nacional, el 12 de octubre, con su presencia uniformada en un desfile donde finalmente terminó de desatar la ya llamada ‘Leonormanía’. Este viernes preside otra esperada cita: los Premios Princesa de Asturias. El jueves asistió junto a su hermana, la infanta Sofía, y los reyes al concierto previo a la ceremonia.
Desde su formación de Bachillerato en el UWC Atlantic College de Gales, que le mantuvo ausente durante un tiempo de casi dos años, hasta regresar a España y abordar su formación militar con su mediático paso por la Academia General Militar de Zaragoza, el protagonismo de la princesa no ha dejado de incrementarse. Mientras la prensa especializada internacional no cesa en elogiarla por “el crecimiento de su perfil” como heredera del trono, su saber estar y sus “dotes reales”, así como su entrenamiento continuo para mejorar tanto en sus discursos como en las distintas facetas que se atribuyen a su cargo, la expectación que despierta la princesa no ha hecho sino continuar al alza.
Por si sirviese de referencia para medir su impacto, hay datos que están ahí para su posible lectura: el desfile del 12 de octubre en RTVE alcanzó un 48,4% de cuota de pantalla. O dicho de otro modo: fue el mejor registro de los últimos 29 años, con 2,5 millones de audiencia media y cerca de 5 millones de espectadores únicos, según el Informe de Audiencia de Barlovento Comunicación con datos de Kantar.
A la luz de todo ello, parece erróneo considerarlo casual. Este mes de octubre la princesa Leonor no solo ha jurado bandera y ha participado por primera vez con el uniforme militar en el desfile del 12-O, al que llegaba tras dos años de ausencia. Además, en el horizonte tiene otros dos hitos sumamente trascendentales: el de hoy, encabezando los Premios Princesa de Asturias; y el del próximo 31 de octubre, cuando no solo cumplirá los 18 años, sino que además jurará la Constitución, lo que automáticamente la habilitará para reinar y heredar el trono en caso de que el rey, su orgulloso padre Felipe VI, falte.
Con estos hitos por delante, y los que ya ha solventado, la prensa especializada coincide en apuntar que por el momento Leonor está resolviendo con nota uno de los meses más trascendentales en su trayectoria, en lo referente a la Corona.
“La princesa Leonor de España, de 17 años, exuda orgullo en el Día Nacional junto a sus padres, la reina Letizia y el rey Felipe”, titulaba el medio británico Daily Mail tras el 12-O, mientras otros como The Times se rendían a lo evidente: “La princesa Leonor, protagonista del desfile del Día Nacional de España”, señalaban.
Mientras, desde Francia, en la misma línea, apuntaban que la princesa “causó sensación”, como expresaba ‘Point de Veu’, –revista especializada en casas reales–, destacando que tenía ante sí “un mes de octubre” que “se parece mucho a una maratón”.
Fuera de nuestras fronteras y también en castellano, desde medios como el mexicano ‘Caras’ apuntaban que Leonor, con su actitud, “cautivó al público y a los reyes, Felipe y Letizia, quienes no pudieron dejar de sonreír”; una lectura que no dejó de repetirse aquel día.
No obstante, la princesa no solo ha aglutinado los elogios por su intervención en este acto, donde además existía una gran expectación tanto por su regreso al desfile como por su encuentro con sus compañeros en la Academia General Militar de Zaragoza, que consiguieron sacarle una genuina sonrisa que no tardó en ser parte de alguno de los vídeos virales de la ocasión.
También su paso adelante para romper el protocolo junto a su padre y su madre a la hora de acercarse a Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, uno de los padres de la Constitución, de 83 años y con problemas de movilidad, en el momento del besamanos, y justo cuando se acercaba lentamente hacia ellos.
Y mas allá, también su jura de bandera fue foco de atención, con medios como el británico GB News subrayando que “lucía majestuosa” con el uniforme militar, feliz ante un momento que volvía a colmar el orgullo de sus padres.
Ahora, tras asistir este jueves al concierto en el Auditorio de Oviedo junto a los reyes, continuando con su ‘maratón’ este viernes participa en la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias, donde toda la atención estará puesta también en su esperado discurso en el Teatro Campoamor.
Tras ello, mañana, 21 de octubre, hará la protocolaria visita al Pueblo Ejemplar de Asturias 2023, en el que volverá a pronunciarse. Este año, a este respecto, han sido las parroquias de Arroes, Peón y Candanal, en Villaviciosa, las elegidas.
El siguiente paso será el día 31, momento en que cumplirá 18 años y jurará la Constitución en las Cortes Generales, confirmando su preparación para reinar en caso de tener que suceder al rey Felipe VI.
Este día, en el Palacio Real recibirá el collar de la Orden de Carlos III, la que será su segunda gran condecoración tras el Toisón de Oro que le fue otorgado a los 13 años, cuando el rey cumplió los 50.
Tras ello, se espera que pronuncie un breve discurso, y tras estos actos acudirán al Palacio Real de El Pardo, donde tendrá lugar una celebración privada de la familia real, con familiares del rey Felipe VI y de la reina Letizia.
Con todo, entre la lluvia de elogios a su saber estar, su continua formación y su disciplinada trayectoria en el papel que le ha tocado asumir como hija del rey Felipe VI, la princesa no está exenta del clima de división existente en España, la incertidumbre política y el debate continuo sobre la monarquía.
No en vano, se espera que a la citada jura de la Constitución no acudan partidos como Junts, ERC y EH Bildu, en otro gesto de rechazo a la Corona, y en representación de una parte de la población que no apuesta por la monarquía.
Son esa otras de las circunstancias con las que tendrá que lidiar en un horizonte más lejano, pero por lo pronto está completando y superando uno a uno los momentos más cruciales de este octubre.
Durante todo este tiempo, a la princesa hemos podido verla también entregada a su entrenamiento militar, realizando marchas, recorridos topográficos, ejercicios de tiro con fusil de asalto y pistola, en simuladores y ejercicios de fuego real con distintos tipos de armamento tanto de día como de noche y sin importancia de las condiciones metrológicas del momento…
Tras resolver las citas marcadas en su agenda de octubre, su formación militar, –que sería de cinco años pero han sido condensados en tres a través de un plan específico para ella–, continuará.
Tras su paso por Zaragoza sus siguientes destinos serán la Escuela Naval de Marín, en Pontevedra, –donde se embarcará en el buque escuela Juan Sebastián Elcano durante su segundo año–, y la Academia General del Aire y del Espacio en San Javier, Murcia, donde estará en su tercer año para culminar su etapa.
Después de ello, el futuro dirá, pero siempre se ha especulado con la posibilidad de que aborde una carrea de Derecho.