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La princesa de Asturias, vestida con el uniforme de gala del Ejército de Tierra, ha sido este 12 de octubre la gran protagonista del desfile nacional y de la posterior recepción en el Palacio Real con motivo del Día de la Hispanidad.
Antes de comenzar el tradicional besamanos, en el que los reyes y Leonor se han saltado el protocolo por Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, uno de los padres de la Constitución, los medios han capturado cómo Letizia, muy atenta, ayudaba a su hija a estirar y colocar bien la chaqueta.
El rey, orgulloso y también muy pendiente de su primogénita, ha tenido varios gestos de complicidad hacia Leonor a lo largo de la jornada. Sin embargo, uno de ellos ha sido para alertarle de que estaba haciendo algo protocolariamente incorrecto.
Y es que Leonor, nada más bajarse del vehículo oficial, comenzaba a saludar a las distintas autoridades con un apretón de manos sin haberse quitado el guante que completaba su indumentaria militar.
Su padre, que se ha dado cuenta del descuido rápidamente, no tardaba en indicárselo y en tener un gesto con ella para que se lo quitase y siguiese saludando al resto de miembros del Ejecutivo que les esperaban a su llegada.
Además, al llevar el guante en la otra mano para saludar al resto de personas, a Leonor se le ha caído antes de subir a la tribuna presidencial. Con naturalidad, la princesa se ha agachado a recogerlo ante la constante mirada de los monarcas.