No hay dudas de que la princesa Leonor ha sido la protagonista absoluta de esta última edición de la Fiesta Nacional. Su reaparición después de dos años de ausencia, su debut como militar tras su intenso paso por la Academia Militar de Zaragoza o su encuentro con sus compañeros de segundo año son motivos suficientes para considerarla como tal. Pero es imposible pasar por alto la presencia de la cabra de la Legión y los perros de la Policía Nacional, encargados cada 12 de octubre de regalarnos la estampa más anecdótica del desfile.
Dos canes de la Sección Operativa Central de Guías caninos de la Policía Nacional han recorrido el madrileño Paseo de la Castellana subidos en el capó de dos coches oficiales. La cabra, por su parte, ha recorrido la avenida a cuatro patas tratando de seguir el ritmo de 160 pasos por minuto al que han desfilado sus 'compañeros' de la Legión.
Este año se desconocía si podrían participar en este acto con motivo del Día de la Hispanidad. ¿El motivo? La recién estrenada Ley de Bienestar Animal impulsada por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030.
Según ésta, está prohibida "la comercialización de perros, gatos y hurones en tiendas de animales, así como su exhibición y exposición al público con fines comerciales, salvo si la venta es desde criadores registrados". También "el uso de animales en exposiciones de belenes, cabalgatas o procesiones en las que se mantenga al animal de forma antinatural conforme a las características propias de su especie, o inmovilizado durante la duración del evento".
Dos puntos que, aunque chocaban con la presencia tanto de la cabra como del perro en un evento de estas características, no han provocado que se queden fuera del desfile.