Ya es tradición ver a Paloma Rocasolano en el patio de butacas del Teatro Campoamor de Oviedo en cada edición de los Premios Princesa de Asturias. Desde que su hija dejó de cubrirlos para pasar a presididlos, la madre de la reina Letizia no suele faltar a esta cita clave en la agenda real. Y este año, una vez más, ha vuelto a protagonizar algunas de las anécdotas de la jornada.
Mientras el auditorio esperaba a que la familia real hiciese acto de presencia, la suegra del rey Felipe VI ha aprovechado para hacerse un selfi con Ana Pastor, expresidenta del Congreso y actual diputada del Partido Popular.
Minutos después, mientras su familia recorría el pasillo central del recinto al ritmo de gaitas, Rocasolano ha recibido el cariño de sus nietas, que se han parado unos segundos para saludar a su abuela materna. Una muestra de afecto que se ha repetido a su salida, esta también con la reina Letizia como aliada.
Al igual que sucedió en 2022, Paloma no ha podido contener las lágrimas mientras la princesa Leonor pronunciaba su discurso. Será el último que dé con sus padres, los reyes de España, presidiendo la ceremonia. Es previsible que la madre de la reina también acuda a alguno de los actos que se celebrarán el 31 de octubre con motivo del 18º cumpleaños de la heredera al trono.
Más allá de estos gestos de cercanía, el momento en el que se ha hecho palpable cómo es la familia real en la intimidad ha sido inmortalizado justo antes de que entrasen en escena. Tras posar ante los periodistas gráficos acreditados para el evento y saludar a los miles de curiosos que les esperaban a las puertas del auditorio, los reyes y sus hijas han permanecido unos minutos en el hall principal del Teatro Campoamor mientras la reina Sofía ocupaba su lugar en el palco.
Ha sido en este instante cuando las cámaras no solo han grabado una conversación distendida entre ellos. También han captado cómo es la relación entre princesa e infanta cuando creen que nadie las ve.