Por qué no se rompe la coalición: las razones para mantener el Gobierno pese a la división interna

  • Ni a PSOE ni a Podemos les conviene de momento una ruptura que generaría inestabilidad y penalizaría a los dos partidos a las puertas de unas elecciones

  • Sánchez ordena pasar página cuanto antes de la crisis por la reforma del 'solo sí es sí' impulsado la agenda legislativa para rebajar el ruido interno

  • Podemos pone en valor que su presencia en el Gobierno es la que ha logrado los mayores logros sociales y ha arrastrado al PSOE a posiciones de izquierda

El primer Gobierno de coalición de la democracia se ha asomado esta semana al abismo. Nunca antes en los tres años de legislatura se habían vivido momentos de tanta tensión entre PSOE y Podemos como con la reforma del 'solo sí es sí'. La herida abierta tras el durísimo pleno del pasado martes con graves acusaciones entre los socios tardará en cicatrizar. Un terremoto que ha dejado tocadas las relaciones con las dos partes asumiendo que ha sido su peor crisis de la legislatura. Han caminado al borde del precipicio, pero la coalición resiste y nadie pone en duda su continuidad. Ni los socialistas ni los morados. ¿Por qué no se rompe el Gobierno?.

Es la pregunta que estos días ha focalizado el debate político. Hay varias razones, pero todas tienen un componente electoral. A menos de tres meses para las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo ni al PSOE ni a Podemos les conviene una ruptura que generaría inestabilidad y les pasaría factura en las urnas. Nadie quiere asumir ese coste. El politólogo Pablo Simón, que habla de "empate de debilidades", considera que a corto plazo acabar con la coalición erosionaría las perspectivas electorales y tanto PSOE como Podemos pagarían "un peaje político elevado".

Otra cosa es después del 28 de mayo. "A partir de ese punto, ya veremos", señala a NIUS. Los resultados de la primera batalla electoral pueden ser determinantes para enfocar la segunda parte del año de cara a las generales de diciembre. Entretanto, Pedro Sánchez ha dado la orden clara de salvaguardar la coalición.

Más medidas que vender ante los electores

La instrucción es bajar el nivel de ruido, pasar página cuanto antes, recomponer relaciones y volver a impulsar la agenda legislativa. El desbloqueo de proyectos emblemáticos como la ley de vivienda o el acuerdo en materia de pensiones, una de las grandes reformas pendientes que permitirá la llegada de otro paquete de fondos europeos, funcionan como salvavidas en un momento especialmente complejo.

Moncloa es consciente de que la imagen de división que se ha trasladado esta semana tiene un coste electoral y tapa toda la acción del Gobierno. El objetivo ahora es recuperar la iniciativa y poner el foco en que en el año que queda por delante para culminar la hora de ruta. "Políticas de progreso" para la clase media, prometió Sánchez este sábado en Huelva en el arranque de la precampaña electoral. En el horizonte, nuevos paquetes de medidas para enfatizar que el Gobierno sigue ampliando el escudo social hasta el final.

La inestabilidad parlamentaria sin el bloque de investidura

Son asuntos que utilizarán para marcar la agenda política y económica y que las dos formaciones pueden vender ante sus electores. Pedro Sánchez siempre ha presumido de la estabilidad del Gobierno en estos tres años ha aprobado tres presupuestos consecutivos y más de 200 leyes en el Congreso. Una salida de Podemos abocaría al PSOE a una incertidumbre total en el Parlamento porque se arriesga a que todos los partidos del bloque de investidura le abandonen.

Para el presidente la coalición es un valor que hay que proteger. "Queda un año por delante para completar la hora de ruta", "todas las energías las vamos a dedicar a seguir ampliando derechos", "¡quedan tantas cosas por hacer!", han repetido en las últimas horas los ministros socialistas.

Quien rompe, paga en las urnas

Quien rompe, paga. Los electores castigan al partido que genera inestabilidad. Es una máxima de los Gobiernos de coalición con alguna excepción como el caso de Isabel Díaz Ayuso que arrasó en las autonómicas de 2021 tras romper su pacto con Ciudadanos. Aunque en aquel caso convocó elecciones anticipadas dos meses después. Ahora, la intención de Sánchez es aguantar hasta diciembre.

Pablo Simón alude al "juego de la culpa" que se puede aplicar a los dos partidos. A su juicio, si Podemos abandona el Gobierno estaría reconociendo ante el conjunto de sus votantes que la coalición no ha sido útil. La inestabilidad le permitiría al PSOE responsabilizar a los morados de que "sirve en bandeja" a PP y Vox su entrada en Moncloa.

Hay que negociar después de las elecciones

El politólogo cree que el factor electoral pesa más en los socialistas porque muchos futuros gobiernos liderados por el PSOE van a depender de que Podemos resista para poder sumar. Si Sánchez les echa "a las bravas", dice, está mandando una señal negativa de que no va a coaligarse con ellos después y erosionando sus perspectivas.

En el PSOE hay voces que en privado se han cansado de la actitud de la ministra Irene Montero al negarse a cambiar su ley que ha beneficiado ya a más de 700 agresores sexuales y de la virulencia de las críticas que han recibido de Podemos. Algunos creen que ha llegado el momento de romper. Una posibilidad que no contempla de momento ni la dirección del partido ni Moncloa. Un destacado dirigente socialista cree que no tiene ninguna ventaja porque la coalición "tiene un valor extraordinario para la gente de izquierdas". Eso sí, añade, "contándolo bien, no a hostias". "Hay que tragarse sapos", señala algún cargo, porque "tenemos que hablar con ellos al día siguiente de las elecciones para formar gobierno".

La visibilidad de sentarse en el Consejo de Ministros

Simón añade otro factor. La importancia para el PSOE de preservar la continuidad de Yolanda Díaz en el Gobierno para darle tiempo a armar su proyecto. La vicepresidenta podría aclarar su futuro político anunciando su candidatura a las generales a finales de marzo o principios de abril. La clave sigue siendo el encaje de Podemos en Sumar, la plataforma con la que pretende reconfigurar todo el espacio a la izquierda del PSOE. El éxito de Díaz es fundamental para las aspiraciones electorales del bloque progresista.

Para Podemos es clave la plataforma mediática que supone estar sentado en el Consejo de Ministros. Una visibilidad que perdería automáticamente si sale de Moncloa. Los morados presumen de que en estos tres años son ellos los que han conseguido los mayores avances sociales que tienen su impronta y los que han ido arrastrando al PSOE a posiciones más de izquierdas. Tras el acuerdo de las pensiones, Pablo Echenique reivindicó que lleva el sello de Podemos y es la medida más redistributiva de toda la legislatura. Los morados han endurecido su discurso contra su socio en las últimas semanas reprochándole sus cesiones ante la derecha. Se ha visto especialmente con el debate del 'solo sí es sí' donde les han acusado de traicionar al feminismo y de aliarse con el PP para volver al Código Penal de La Manada.

Sánchez cambiará su Gobierno en los próximos días

El objetivo ahora es coser heridas, pero todos saben que cuanto más se acerca la campaña más difícil es cerrar acuerdos. De momento, el PSOE se ha metido de lleno en la precampaña de municipales y autonómicas con su lema 'Defiende lo que piensas'. Un llamamiento a confrontar "los hechos frente a los bulos" y la política útil.

En este ambiente, el presidente realizará en los próximos días la crisis de Gobierno para sustituir a Reyes Maroto y Carolina Darias que dejan el Consejo de Ministros para ser las candidatas en Madrid y Las Palmas de Gran Canarias. Se trata de una remodelación puntual y no se espera ningún otro cambio. Aunque eso, solo lo sabe Sánchez.