El resquebrajado movimiento feminista en España se ha roto un poco más este miércoles 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. La imagen de dos marchas en ciudades como Madrid, Sevilla, Valladolid, Valencia y Vigo ha reflejado cómo es el sentir de estas dos corrientes del feminismo por ahora irreconciliables. Poco queda de aquellas multitudinarias manifestaciones de 2018, sin fisuras, que consiguieron situar a España como uno país pionero a la hora en defender los derechos de las mujeres. El año pasado hubo, por primera vez, dos marchas distintas. Y este año se ha repetido.
Esa división ha quedado patente en Madrid. En torno a 27.000 mujeres han marchado en la capital en las dos marchas, según datos facilitados por la Delegación del Gobierno. Cifras bastante alejadas respecto a los datos registrados en 2018 y 2019, donde salienrona la calle unas 300.000 mujeres. En 2020, poco antes del inicio de la pandemia de coronavirus, la cifra descendió a unas 120.000 asistentes. En 2021 no hubo convocatorias debido a la pandemia.
A partir de las 18.00 horas comenzaban las manifestaciones en la mayoría de ciudades en las que miles de mujeres, aunque con menor afluencia que en los últimos años, han salido a la calle para reivindicar su lucha por la igualdad y levantar la voz contra la brecha salarial, el maltrato o las agresiones sexuales.
En Madrid, la convocada por la Comisión 8-M, que incluye al colectivo trans, reunía –aunque tras pancartas diferentes y a 100 metros de distancia- a ministras socialistas (junto a Begoña Gómez, la mujer de Pedro Sánchez) y a mujeres de Unidas Podemos, entre ellas, la ministra de Igualdad, Irene Montero. Y todo después de la bronca sesión de esta mañana en el Congreso a cuenta de la reforma del 'sólo sí es sí' entre los dos partidos de la coalición del Gobierno. No se ha visto, sin embargo, a la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ya que ha preferido asistir al cumpleaños de su hija, como es habitual.
Con todo, la ministra de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, ha intentado rebajar la tension durante la manifestación insistiendo que las relaciones entre los dos partidos no están rotas: “Todas las mujeres que defendemos la igualdad vamos juntas en esta manifestación”. Y aseguraba que, a pesar de las “discrepancias técnicas”, el Gobierno es “fuerte y estable”.
Aun así, la ministra de Igualdad, Irene Montero, seguía reprochando al PSOE que en la votación de la reforma del 'solo sí es sí' del martes recibieran los votos del PP: "Es una mala noticia para las mujeres que el partido socialista haya dado la mano al partido popular para volver al código penal de la violencia o la intimidación. La conquista del consentimiento en el centro del código penal no es patrimonio ni de este ministerio ni de este Gobierno sino de las mujeres de este país".
Muchas de las personas que han asistido a la manifestación de la Comisión 8-M han instado al Gobierno a "no dar un paso atrás sobre el consentimiento", gritando que "solo sí es sí" y que "no es no y lo demás es violación".
En un momento de la marcha, una pancarta con el lema 'Que te vote Tito Berni', en referencia al exdiputado socialista Juan Bernardo Fuentes Curbelo, inmerso en el 'caso Mediador', ha tensionado la manifestación hasta el punto que agentes de la Policía Nacional han tenido que escoltar al grupo portador de la pancarta y apartarles de la marcha. La protesta ha sido apoyada por Nuevas Generaciones de Madrid y entre los gritos se decían reclamos como: 'Fuera PSOE', 'No saquéis violadores a las calles', 'Ser mujer no es un sentimiento' y 'Corruptos, violadores, liberan violadores'. Por su parte, el resto de asistentes exclamaban 'Fuera fascistas de nuestras manis' e intentaban expulsar a los portadores de la pancarta.
La otra manifestación en la capital ha sido convocada por el Movimiento Feminista de Madrid, que asegura abanderar el feminismo clásico. Abolicionista de la prostitución y contrario a la 'ley trans' –porque, aseguran, pretende “el borrado de las mujeres”- y a la del “solo sí es sí” -por las consecuencias que ha acarreado esta norma con la rebaja de penas e incluso excarcelaciones de condenados por delitos sexuales- este sector del feminismo pedía durante su marcha la dimisión de la ministra Irene Montero.
Por la mañana, un grupo de mujeres contrarias a la ley trans había intentado reventar el acto que el Ministerio de Igualdad celebraba en el Teatro Pavón de Madrid, al que no ha acudido ningún ministro ni diputado socialista. “Ministra, ¿qué es una mujer?”, le ha preguntado una de las activistas. A la que Montero ha acabado respondiendo: “Quizás lo que nos queréis explicar es que no hay mujeres que tengan pene, que las mujeres trans no son mujeres”. Y ha añadido: "Decir que una mujer trans no es una mujer es posicionarse en contra de los derechos humanos".
A primera hora de la mañana, en pasillos del Congreso antes de la sesión de control, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con lazo morado en la solapa, se hacía un selfi con diez ministros, todos socialistas, con motivo del Día Internacional de la Mujer. La ministra de Ciencia, Diana Morant, inmortalizaba el momento y subía la fotografía a su perfil de Twitter.