Hemos visto llover mucho durante unos días y ya hay quien cree que la sequía ha pasado, pero no es así. La borrasca Efraín, que ha dejado inundaciones importantes en Huelva y Extremadura, ha ayudado a salir de la situación de extrema emergencia en la que nos encontrábamos, sobre todo en el Sur de España, pero no han solucionado la situación.
Necesitamos varias borrascas seguidas, porque este año ha llovido un 25 por ciento menos que en 2021.
Es la opinión de los climatólogos, como Jorge Olcina, responsable del laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante: "Si en las próximas semanas no sigue entrando agua en nuestros embalses, podemos entrar de nuevo a partir de marzo o abril en unas condiciones de sequía que serían peores de las que hemos tenido en este año 2022".
Los pantanos de Huelva son los que más han notado las lluvias de esta semana, están al 41 por ciento de su capacidad, pero Andalucía aún encabeza el ranking de la España seca con un 23 por ciento de agua embalsada.
Le sigue Murcia, Cantabria y Castilla la Mancha. Y la media de España todavía es bajísima: almacena un 35 por ciento.
Las últimas lluvias sí se han notado mucho en algunos pantanos como el de Santa Teresa, en Salamanca. Hoy desembalsa agua y provocaba una enorme crecida en el río Tormes, pero a sólo 100 kilómetros, en el mismo cauce, el embalse de Almendra está solo al 29 por ciento.
Los agricultores, estaban felices, porque ha crecido respecto al nivel de los últimos meses. Donde sí han alejado el fantasma de la sequía de momento es en el norte. En Galicia superan el 57 por ciento, junto a Asturias y País Vasco. Madrid, con el 52 por ciento, las sigue de cerca.
Es el mapa de los afortunados, aunque hasta ellos saben que necesitarán lluvias en primavera. "En primavera en Galicia tiene que llover porque si no esto es un desastre", asegura José Ramón González, ganadero de Verín, en Orense. Este año ha llovido un 25 por ciento menos que en el 2021. Por eso, necesitamos más borrascas.