Este mes de noviembre podría estar entre los cinco más cálidos registrados en España, y las temperaturas del otoño meteorológico 2022 probablemente superen todos los récords anteriores. Las precipitaciones, por su parte, han estado muy por debajo de los niveles habituales a pesar de las lluvias recientes.
“Hasta día 23 de noviembre, la temperatura media del mes es 2,1 ºC superior al promedio del periodo de referencia 1981-2010”, comunica Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Hasta esa misma fecha, además, han caído en torno a 51 litros por metro cuadrado en España, lo cual quiere decir que ha llovido un 8 por ciento menos de lo habitual.
El día 30 de noviembre acabará el otoño meteorológico, diferente al astronómico, que lo hará el 21 de diciembre con el solsticio de invierno. El trimestre septiembre-octubre-noviembre 2022 “con mucha probabilidad será uno de los dos otoños más cálidos de la serie histórica, con una temperatura media próxima a la del otoño de 1983, el otoño más cálido hasta ahora”, señala Del Campo.
“No es descartable, en función de las temperaturas que se registren en los próximos días, que acabe siendo el otoño más cálido de la serie”, asegura, lo cual quiere decir que sería el más cálido desde al menos 1961.
Además, todo apunta a que el otoño será catalogado como seco, puesto que las precipitaciones desde el 1 de septiembre hasta el 22 de noviembre sumaban un total de 139 l/m2, cuando lo normal serían 176 l/m2, “por lo que este año hemos tenido en torno a un 21 % menos de la lluvia normal”, informa el portavoz de la Aemet.
La sequía es preocupante. La pasada semana se declaró la fase de alerta por sequía del sistema Ter-Llobregat (Barcelona), que abastece el área metropolitana de Barcelona, y la cuenca de la Muga (Girona), y el conjunto de todos los embalses de España se encuentra en torno al 33 por ciento de su capacidad total.
“Con este panorama cabe señalar que las predicciones para las próximas semanas presentan bastante incertidumbre, pues no hay una configuración atmosférica demasiado clara”, dice Del Campo.
La semana a caballo entre noviembre y diciembre podría presentar en general temperaturas más o menos propias para la época del año, y podría llover algo más de lo habitual para estas fechas en puntos del litoral mediterráneo y en las Baleares.
“La semana siguiente, la del 5 al 12 de diciembre, con días festivos, podría ser más lluviosa de lo habitual en el sur y este de la Península y en los archipiélagos, y menos lluviosa que de costumbre en el extremo norte”, pronostica.
“La semana pasada hablábamos de una eventual rotura del vórtice polar estratosférico en las próximas semanas”, recuerda el meteorólogo. “Actualmente, es prácticamente imposible saber si se traduciría en una ola de frío polar en Europa que pudiese afectar a España, ya que el tiempo en nuestro territorio está condicionado por múltiples factores. Tendremos que seguir vigilando la evolución de la atmósfera”, aclara.
“Lo que sí es cierto, es que las condiciones para que se genere una ola de frío en Europa son este año más favorables que en años anteriores. Pero de momento hablamos solo de una mayor probabilidad, ni mucho menos podemos dar aún por seguro que esto vaya a suceder”, continúa.
Cuando se produce una ruptura del vórtice polar estratosférico, esto produce una salida del aire frío confinado en el Ártico hacia latitudes bajas (el aire frío procedente de Siberia se desploma hacia el interior de Europa, lo que se conoce como la "Bestia del Este"), así como la circulación de borrascas más cerca de nuestro territorio.
“Las piezas del puzle atmosférico efectivamente encajan con una posible ruptura del vórtice polar estratosférico”. En caso de que finalmente se produzca, habrá que vigilar en qué zonas se produce ese desalojo de aire frío, y si afectará a España causando una ola de frío polar y probablemente nevadas intensas.
El organismo Copernicus de la Comisión Europea considera que, aunque el invierno en su conjunto lo más probable es que sea más cálido de lo normal, la posibilidad de que alguna ola de frío se produzca en el continente en la primera parte del invierno es más alta de lo habitual, ha comunicado la Aemet.
"No solo el otoño ha sido seco; 2022 ha tenido precipitaciones en general por debajo de lo normal, salvo en el sureste y Canarias (aunque casi toda la lluvia cayó durante el episodio de Hermine en el archipiélago). Al acabar octubre, España continuaba en sequía meteorológica", ha informado la Aemet.
Y eso no es todo. "El año 2022 es, por ahora, el más cálido de la serie histórica. Solo dos meses (marzo y abril) han sido fríos. El resto han sido cálidos (enero y septiembre), muy cálidos (febrero, junio, agosto y noviembre) o extremadamente cálidos (mayo, julio y octubre)", concluye la agencia.