Pedro Sánchez tiene despejado el camino para enfilar su último año de la legislatura que estará marcado por las citas electorales, primero las municipales y autonómicas del 28 de mayo, después la generales de diciembre de 2023. La foto de este jueves en el Congreso es la de una amplia mayoría de diputados aprobando los terceros y últimos presupuestos generales del Estado, los que Moncloa vende como los más sociales de la historia para proteger a los más vulnerables y repartir equitativamente las cargas de la crisis económica derivada de la guerra de Ucrania.
El Gobierno ha conseguido sumar entre 186 y 188 votos en cada una de las distintas secciones del presupuesto, que representan más de la mitad de la Cámara, un 53,86%. En total 10 partidos políticos diferentes (PSOE, Unidas Podemos, ERC, el PNV, Bildu, el PDeCAT, Más País, Coalición Canaria, Compromís y el PRC). El bloque de la investidura, que ha dado estabilidad parlamentaria durante estos tres años complejos con una pandemia y una guerra en Europa, ha vuelto a votar unido y se mantiene compacto. El año pasado fueron 11 partidos y 188 votos lo que aprobaron las cuentas, este año se ha caído Teruel Existe que no ha alcanzado un acuerdo con el Gobierno.
Los insultos machistas de Vox a Irene Montero han contaminado el pleno y han ejercido como pegamento en el Ejecutivo de coalición que ha cerrado filas con la ministra de Igualdad cuando más cuestionada estaba por la aplicación de la ley del 'solo sí es sí'.
Sánchez, que ha acudido a la votación y se ha abrazado a la ministra de Hacienda entre los aplausos de la bancada de la izquierda, exhibe votos y ha subrayado que ha sido la victoria de "la política útil" y del "entendimiento entre dispares". El presidente ha puesto el foco en que los presupuestos garantizan la estabilidad política.
Moncloa y el PSOE se esfuerzan para que el "ruido" que , según ellos, está generando la derecha por la derogación del delito de sedición y los pactos del Gobierno con los partidos independentistas no tapen el "hito" de conseguir aprobar tres presupuestos consecutivos.
María Jesús Montero ha agradecido a los grupos que han apoyado las cuentas anteponiendo "el interés de España" a cuestiones ideológicas. Montero ha reconocido que ha tenido que "sudar la camiseta" en unas negociaciones muy complejas y ha defendido que los presupuestos permitirán dar "seguridad, confianza y estabilidad" en un momento de incertidumbre.
Desde Podemos, la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, ha remarcado que el Ejecutivo está demostrando que es la coalición "más estable" del país. "El Gobierno está en plena forma", ha enfatizado desde la tribuna el diputado de En Comú Podem Jaume Asens.
Enfrente se ha situado el bloque del "no" con PP, Ciudadanos, Vox, Junts, la CUP, Foro Asturias, los dos diputados de Navarra Suma que fueron expulsados de UPN y el de Teruel Existe. Los partidos de la derecha han calentado el larguísimo debate que comenzó el pasado lunes cargando contra lo que consideran los pagos de Sánchez a sus socios independentistas para mantenerse en el poder.
El mensaje se ha repetido estos días desde esa bancada: a los "sediciosos" de ERC el Gobierno les ha concedido derogar el delito de sedición, a Bildu, -los "herederos de ETA" como los califica el PP-, la "expulsión" de la Guardia Civil de Navarra al transferir a esa comunidad la competencia de Tráfico.
Ese argumento lo explotarán los populares al máximo conscientes del desgaste electoral que puede tener para el PSOE en algunos territorios como Castilla-La Mancha, Extremadura, Aragón o Andalucía.