Su jefe, Alberto Núñez Feijóo, abrió la veda el viernes y ayer ante sus barones territoriales confirmó la estrategia. Hay que apretar las tuercas a los barones socialistas para retratarles con la reforma de la sedición y la malversación. La orden es "endosar este marrón" a todo dirigente del PSOE susceptible de someterse a las urnas el mes de mayo próximo. Así que la dirección nacional del Partido Popular ha abandonado la séptima planta de Génova para patearse los feudos socialistas que consideran podrían caer del lado del PP con la ayuda inestimable de los pactos con los independentistas para reformar el Código Penal.
En esta ofensiva su número dos, Cuca Gamarra, se ha ido hasta Toledo para llamar a la puerta de Emiliano García-Page; el número tres, Elías Bendodo, se ha plantado en Aragón para presionar a Javier Lambán; la mano derecha de Feijóo, Miguel Tellado, en Valencia y el vicesecretario de Coordinación Autonómica y Local, Pedro Rollán, en Extremadura atornillaban a Ximo Puig y a Guillermo Fernández Vara.
La cantinela y la liturgia es exactamente la misma en todas partes. A las puertas de la sede del Gobierno regional de turno y flanqueados por sus candidatos territoriales han apelado a Page, a Lambán, a Puig y a Vara para que sus diputados nacionales voten en contra de la sedición y la malversación.
"Estamos en la tierra de los principales barones del PSOE y les preguntamos si están con España o con Pedro Sánchez", conminaba Miguel Tellado. "Llamamos a la conciencia de Emiliano García-Page. Si no hace nada será tan cómplice como Sánchez porque los nueve votos de los diputados de Castilla-La Mancha son fundamentales", continuaba Gamarra. "Lambán tiene que dar instrucciones a sus 6 diputados del PSOE de Aragón para que voten en coherencia", remataba Bendodo.
En Génova miran todos los días con lupa la encuestas. Creen que tienen serias posibilidades de reconquistar Valencia, territorio clave para infligir un duro golpe al PSOE del que difícilmente se recuperaría Pedro Sánchez, y Aragón. También ambicionan hacerse con Castilla-La Mancha y Extremadura aunque saben que tienen que tener mucho cuidado con la gestión de expectativas porque se les podría volver en contra.
Mientras su núcleo duro se repartía las baronías socialistas para atornillar con la sedición y la malversación como munición electoral, Alberto Núñez Feijóo, tomaba la palabra en el Congreso Anual de la Asociación Nacional de Vendedores y Reparadores de Vehículos para cargar contra el actual PERTE de la automoción responsabilidad de la todavía ministra Reyes Maroto. Todo un torpedo en la línea de flotación de la flamante candidata al ayuntamiento de Madrid.
Feijóo ha reclamado un nuevo PERTE que no se limite al vehículo eléctrico y que incluya a los talleres y a los vendedores de coches. "El 70% de las ayudas no están adjudicadas. No ha producido resultados. Es un grave fracaso", denunciaba golpeando a la futura candidata. De hecho el sector ya ha expresado su temor a que la salida de la ministra Maroto retrase las ayudas del Perte2, fundamental para instalaciones como las de Ford Almusssafes y Stellantis en Vigo así como para el proyecto de la gigafactoría de Extremadura.
Los populares también han puesto en su punto de mira a Reyes Maroto a la que hoy en el Senado han rebajado a categoría de ministra candidata al ayuntamiento de Madrid. "Por respeto a la institución le pido que se dirija a mí como ministra", ha reclamado molesta la ministra de Industria.
El líder popular quiere hacer pinza con la reforma del Código Penal y la economía para desgastar al Gobierno de Pedro Sánchez y superar el frenazo en las encuestas tras el fiasco de las negociaciones del Poder Judicial. El problema es que en ese horizonte hay un nubarrón bien grande. La crisis por la gestión sanitaria en Madrid que acorrala a Isabel Díaz Ayuso. Sobre eso Feijóo sigue sin decir palabra.