Horas después de la manifestación en defensa de la sanidad pública, Isabel Díaz Ayuso se defendía en un desayuno informativo presentándose como víctima de la "ultraizquierda", desdeñando las protestas y sacando toda la artillería . Sin la presencia de ningún miembro de la dirección nacional de su partido ni de ningún barón autonómico del PP más allá del alcalde José Luis Martínez-Almeida. Y eso que todos estaban ayer en Madrid para acudir a Génova convocados por su jefe, Alberto Núñez Feijóo.
La orden es no cuestionar públicamente la gestión de Ayuso y cerrar filas con ella en la crisis sanitaria en Madrid, arremeter contra el PSOE y Unidas Podemos por "utilizarla" cuando "es un problema que afecta a toda España" y dar imagen de unidad. Pero más allá del argumentario oficial y la difusión de fotos de Feijóo posando de forma cómplice con Ayuso y el resto de barones del PP con mando en plaza, no gusta el modo en que la lideresa madrileña ha cargado contra los médicos y preocupa el efecto que pueda tener en sus respectivos electorados a 200 días para las elecciones autonómicas y municipales de mayo. Y así lo manifiestan en privado.
"El ámbito sanitario es muy cercano a nosotros. Mi consejero siempre me dice que con los médicos no conviene meterse", señala uno de esos dirigentes territoriales a los que no convence la estrategia de ir al choque de Ayuso. Muchos confiesan que su modelo a seguir es el de Juanma Moreno con el que arrasó en Andalucía y que el de Ayuso es difícilmente exportable si quieren ganar en sus territorios porque ahuyenta a los desencantados del PSOE a los que quieren seducir y los aleja del centro y la moderación.
La madrileña colisiona con el discurso de "moderación" y "centralidad" que Feijóo quiere imponer en el Partido Popular y que ayer mismo defendía ante los suyos. "No estamos aquí para insultar a Pedro Sánchez. No estamos aquí para combatir el radicalismo con más radicalismo. Para darle a España más histrionismo y más ocurrencias", insistía el líder de los populares que por otra parte no hacía ni una sola mención ni a la crisis de la sanidad madrileña ni a la manifestación masiva del domingo. Núñez Feijóo sigue guardando silencio mientras se esfuerza por centrar el foco en la sedición y la malversación o el asalto a la valla de Melilla con el punto de mira puesto en el presidente Sánchez y en su ministro de Interior, Fernando Grande Marlaska, pero en su agenda se vuelve a tropezar otra vez con la presidenta de Madrid
Sólo dos horas antes Isabel Díaz Ayuso había dicho cosas como que el presidente del Gobierno tiene un plan para "desmembrar España e instaurar una república federal laica de facto" además de llamarle "títere político", "aprovechado" o "autoritario" en un discurso muy duro en el que ha elevado aún más el tono contra Pedro Sánchez. Justo lo contrario de lo que predica Feijóo. Pero en Génova niegan fricciones con Sol, cierran filas con Ayuso y aseguran que ese recado no va por Ayuso sino contra Sánchez y el PSOE. "Lo que hay es una colisión muy severa entre Ayuso y Sánchez. Nada más", intentan zanjar los colaboradores de Feijóo.
Tras escuchar a su jefe, Díaz Ayuso quiso tomar la palabra para insistir en que la izquierda está instrumentalizando las protestas sanitarias para después advertir al resto de sus colegas de que esto no va a parar en Madrid y que no están libres de que la 'marea blanca' también se extienda por sus territorios. "El PSOE va a dar guerra con este tema", admite uno de los barones que se han dado por aludidos.
Hay inquietud en Génova por una posibilidad que podría complicarles la campaña electoral y pasarles factura en mayo. Prueba de ello es que ayer tarde convocaron a sus consejeros autonómicos de sanidad para coordinar mensajes y trasladar el problema de la sanidad al tejado del Gobierno de Pedro Sánchez. Reclaman "una solución consensuada" al grave déficit de especialistas de medicina de familia, más plazas MIR y una reunión urgente y presencial del Consejo Interterritorial.
"Que hay un problema, por supuesto, pero no es único en Madrid, afecta a todas las comunidades autónomas de España y quien debe poner soluciones es el Gobierno", señalaba a primera hora de ayer Miguel Tellado, vicesecretario de Organización del PP y mano derecha de Feijóo, marcando la senda por la que después se han manifestado públicamente el resto de dirigentes del PP sin salirse del carril. "Parece que hay una intencionalidad oculta detrás de esta manifestación", decía el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco a las puertas de Génova. "Madrid tiene una de las mejor sanidad en España", continuaba el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón.
Estrechos colaboradores de Alberto Núñez Feijóo destacaban después que hay un problema con la atención primaria en toda España, generalizando así el problema en una estrategia coordinada. "Es evidente el uso político de la manifestación de Madrid agitada por partidos del ámbito de la izquierda", subrayaban. Hasta ahí el cable a Ayuso. Admiten que la competencia en materia sanitaria es de la Comunidad de Madrid y cada autonomía tiene su realidad concreta.