Seis meses de la difícil convivencia PP Vox en Castilla y León: las seis polémicas de García-Gallardo

  • El vicepresidente de Vox llama "imbécil" a Igea, niega la violencia de género o vincula la despoblación con el "sexo por placer"

  • Preocupación en Vox porque las polémicas de Gallardo les penaliza como “alternativa de Gobierno”

  • La imagen "histriónica" de Vox en Castilla y León beneficia a Feijóo a nivel nacional mientras al PP regional le toca aguantar: "Nos inmolamos por el PP y por España"

Esta semana se han cumplido seis meses del primer Gobierno de coalición de PP y Vox en Castilla y León y ambas formaciones hacen balance de un ejecutivo autonómico convertido en banco de pruebas. Las encuestas son tozudas y aunque todas -salvo el CIS de Tezanos- pronostican que la cara A para el PP es que Alberto Núñez Feijóo ganaría las elecciones, la cara B es que en este momento necesitan a Vox para poder gobernar.

Una experiencia piloto que le ha tocado comandar al barón popular Alfonso Fernández Mañueco. El presidente de la Junta de Castilla y León ha tenido que emplearse a fondo en apagar los fuegos que ha ido dejando su vicepresidente sin cartera, Juan García-Gallardo. Durante estos seis meses Gallardo se ha marcado como misión dejar el sello ideológico de Vox en la acción de gobierno de la Junta opacándola en muchas ocasiones para desesperación del PP. Sus leyes estrella: la ley de Concordia -que sustituirá a la norma autonómica de Memoria Histórica- y la de violencia intrafamiliar que impulsa la formación de extrema derecha, aún no han visto la luz aunque ya se han iniciado los primeros trámites para su futura aprobación.

El Gobierno aburrido y pausado centrado en la gestión con el que soñaba Mañueco se ha tornado en imposible ante el historial de Gallardo que ha saltado a los informativos y periódicos nacionales. Esta es la foto de seis meses de Gobierno en seis ‘momentazos’ del primer vicepresidente que Vox sienta en un ejecutivo autonómico.

  • Nada más tomar posesión como vicepresidente, Juan García-Gallardo quiso dejarle claro a Alfonso Fernández Mañueco que sobre los tres consejeros del Gobierno de la Junta que le correspondían a Vox, y que han mantenido un perfil mucho más discreto todo este tiempo, sólo mandaba él. El líder político de la parte del Gobierno de Vox seré yo”, aseguraba Juan García-Gallardo, marcando territorio y enseñando los dientes sin haber siquiera jurado su cargo. No le hizo mucha gracia a Mañueco que tuvo que salir a dejar claro que él es el presidente, Gallardo su vicepresidente y que el Gobierno “funciona de manera única y unánime”.
  • La gente ‘normal’ de García-Gallardo. Llevaba sólo un mes en el cargo y a una procuradora socialista con discapacidad física que le interpelaba en las Cortes le espetó: "Le voy a responder como si fuera una persona como todas las demás”, generando estupor en la bancada popular e indignación en los escaños de la oposición. El PP evitó su reprobación por estas palabras y Mañueco pidió disculpas a la procuradora Noelia Frutos pero a partir de entonces las sesiones de control en Castilla y León ya no han sido lo mismo.
  • Los choques a machete con Francisco Igea su antecesor y procurador en Cortes. Se ha burlado de su labor de médico que hace colonoscopias o por cobrar “50.000 ‘pavazos’ por tuitear e intentar ser youtuber”. Hace un mes le llamó imbécil y después “presunto delincuente” en otra sesión de control memorable en el Parlamento regional que incluso hubo que interrumpir.
  • A los incendios en pantalón blanco y castellanos. Ha sido un verano trágico en el que Castilla y León ha acumulado el 40% de la superficie quemada en España este año. Vox intentó que no le salpicara la mala gestión forestal pero su vicepresidente García-Gallardo se convirtió en blanco de las iras y de las burlas en las redes sociales cuando posó para la foto sobre una incinerada Sierra de la Culebra con un impoluto pantalón blanco, americana y zapatos castellanos. Después anunció un concierto benéfico y parados limpiando los bosques para combatir los efectos del fuego.
  • El último asesinato machista en Palencia y las mujeres "desalmadas que se aprovechan de la violencia de género". Definió el asesinato de una mujer y madre de dos niños a manos de su pareja en Palencia a finales de septiembre como “una tragedia familiar” mientras insistía en que “la violencia no tiene género”. Unas polémicas declaraciones que obligaron al PP a desmarcarse mientras la ministra Irene Montero y el PSOE exigían su dimisión. Hace diez días en otra sesión de control bronca, acusó a las “mujeres desalmadas” de instrumentalizar la ley para obtener “ventajas” en los procesos de divorcio.
  • La finalidad del sexo es la procreación y la despoblación se debe en buena parte a la hipersexualización. Mensajes que Juan García-Gallardo ha repetido en varias ocasiones. “Practicar el sexo por placer, la banalización del sexo tiene su incidencia en la falta de natalidad”, ha llegado a decir. En foros oficiales como el Comité Europeo de Regiones de la semana pasada en los que representaba a Castilla y León como vicepresidente también ha alertado contra el “catastrofismo climático”.

Las polémicas de Juan García-Gallardo preocupan en el cuartel general de Vox porque afectan a la imagen que quieren dar de “alternativa de Gobierno” y el escaparate en el que se iba a convertir el laboratorio de Castilla y León no les luce. Públicamente cierran filas con él pero ya le han hecho llegar recado para que se sosiegue. Un mensaje que parece haber pillado.

Dirigentes de peso en Castilla y León confirman a NIUS que el vicepresidente lleva dos semanas con un perfil algo más bajo coincidiendo con la negociación de las cuentas regionales. En Génova presumen de que el PP ha “moderado” a Vox, mientras el presidente Mañueco sigue aguantando estoicamente. "Nosotros nos estamos inmolando por el Partido Popular y por España", bromean convencidos de que esa imagen histriónica de Vox que les penaliza como opción seria Gobierno le va bien a Feijóo a nivel nacional aunque a ellos, en el PP de Castilla y León, les toque resistir.