El Supremo ha respondido al desafío del CGPJ que la semana pasada acordó poner al frente del órgano de gobierno de los Jueces al vocal Rafael Mozo y ha rechazado suspenderle de forma urgente. El Pleno del Consejo la acordó pese a un informe del Tribunal Supremo en el que se consideraba presidente de facto a Francisco Marín Castán, vicepresidente del Supremo, también en funciones.
Según fuentes jurídicas consultadas por NIUS, la Sección Sexta de la Sala Tercera ha rechazado las medidas cautelarísimas pero ha acordado al mismo tiempo tramitar la petición de suspensión como medida cautelar para decidir después si la rechaza igualmente o la acepta, todo ello sin entrar a valorar el fondo de dichos recursos.
Tras la salida de Carlos Lesmes de la presidencia, 16 miembros del CGPJ decidieron designar a su compañero como sustituto del presidente. Su tesis es que Marín Castán tampoco es el presidente del Supremo con todas las funciones, ya que era vicepresidente en funciones. Tras cuatro años de bloqueo, además, los vocales no estaban de acuerdo con que un interino, ajeno al Pleno, se pusiera a organizar su funcionamiento, y decidieron abrir una etapa de bicefalia.
Pero... la decisión no fue unánime. Una de las vocales, Mar Cabreja, progresista como Rafael Mozo, se negó a participar en el pleno y a votar, porque consideraba que esa designación era "ilegal" y no quería formar parte de ella. Otro, Wenceslao Olea, no sólo votó en contra, sino que emitió un duro voto particular y este lunes acudió al Tribunal Supremo para recurrir el acuerdo.
El recurso llevaba aparejada una solicitud de suspensión del acuerdo de forma cautelarísima, que ha obligado a la Sala de lo Contencioso Administrativo a pronunciarse en 48 horas. De momento, la razón es para el vocal autor del recurso, pero avanza por dónde puede ir la interpretación de la Sala tercera del Supremo.
En su voto particular, Wenceslao Olea dejó más que claras las razones que le han llevado a recurrir el nombramiento de Rafael Mozo, designado por ser el vocal de mayor edad.
En primer lugar, rechazaba la existencia de una bicefalia al considerar que el presidente del Supremo debe serlo del CGPJ, porque eso suponía vulnerar "nada más y nada menos que la Constitucion". Además, negaba al CGPJ la competencia para hacer un nombramiento de presidente de forma independiente.
Y no sólo eso, a su juicio, Rafael Mozo no cumple los requisitos y que ser el vocal de mayor edad no es motivo suficiente. En su escrito, Olea recordaba que Marín Castán, el presidente en funciones del Supremo-- "también ha sido designado por el Pleno", por lo que si entre sus funciones están la sustitución del presidente, también le corresponde la presidencia del CGPJ.
Con esos argumentos sobre la mesa, la misma sala a la que ha vuelto Carlos Lesmes -aunque él no es parte de esta deliberación- ha decidido suspender el encargo del CGPJ a su compañero. Ahora está por ver cómo responden ellos.