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El verano meteorológico de 2021 (de junio a agosto) ha sido el más cálido registrado nunca en Europa, con una anomalía de 1 grado sobre el promedio de 1991-2010.
El Servicio de Cambio Climático de Copernicus, implementado por el Centro Europeo de Pronósticos Meteorológicos a Mediano Plazo (ECWMF) ha hecho balance de los últimos tres meses en el viejo continente.
El de 2021 es el verano más tórrido vivido en el conjunto de Europa desde que se tienen datos, no obstante le pisan los pies los años 2010 y 2018, que fueron solo alrededor de 0,1 °C más fríos.
En agosto, la extensión del hielo marino del Ártico estuvo por debajo del promedio, pero muy por encima de la extensión muy baja de agosto de 2012 (la más baja registrada), 2019 y 2020. La capa de hielo del mar Ártico se ha reducido especialmente a lo largo del noreste de Groenlandia y a lo largo del sector de Siberia, excepto en el este del mar de Kara, que vio un parche de hielo marino persistente (que impidió que se abriera la Ruta del Mar del Norte).
Todo ello, tras un mes de agosto que, a nivel mundial, fue el tercero más cálido registrado, con una anomalía de algo más de 0,3 °C sobre el promedio de 1991-2020. Así, empató con el mes de agosto de 2017 en la serie de datos.
En lo que respecta a nuestro país, a un verano que ha dejado el conjunto de la reserva nacional de agua “tiritando”, con los embalses al 41 % de su capacidad, le seguirá un otoño meteorológico (septiembre-octubre-noviembre) más cálido que la media (periodo de referencia 1981-2010) en prácticamente toda España, a excepción del tercio norte peninsular y las islas Canarias, donde no se observa una tendencia clara.
Asimismo, la estación resultará, según el pronóstico provisional de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), más seca que el promedio en la vertiente atlántica y Canarias.