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El anticiclón se ha ido imponiendo con cada vez más fuerza en España desde el comienzo de la semana y parece que, a pesar de que estamos muy cerca del recorrido de las borrascas que viajan a Europa, así seguirá. La dorsal (elongación de altas presiones) que ha invadido la Península, hasta Francia, va a generar una situación de estabilidad generalizada para estrenar el mes de febrero. Así lo ha confirmado la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que lo califica como 'veranillo'.
Las temperaturas han iniciado desde el martes una tendencia al alza que no ha hecho más que empezar. Con el alargamiento de las horas de luz solar, la desaparición de las nubes con la presencia de la dorsal anticiclónica, y el pasillo de vientos del suroeste que está impulsado hacia la Península Ibérica una masa tropical, el termómetro tan sólo podrá sumar grados al menos hasta el lunes, día 3 de febrero.
La única perturbación de la estabilidad atmosférica a esta hora la ejerce un frente atlántico en el noroeste peninsular, que está dejando oleaje muy adverso en todo el norte, así como rachas de viento y lluvias en bastantes provincias, especialmente en Galicia.
En el resto, el 'calor' anómalo empieza a notarse. Las heladas han quedado atrás con los bajo ceros, y la ausencia de nieve en nuestras montañas obligará a tirar de cañones este fin de semana para que las estaciones de esquí no tengan que cerrar. "Noviembre fue un mes muy nivoso, pero prácticamente ya no hay nada de nieve en nuestro Pirineo", ha informado Aemet Navarra a través de Twitter.
Para rematar, las acumulaciones que se amontonaron la semana pasada con la influencia de la borrasca Gloria está dando lugar a deshielo y la cuenca de muchos ríos se están vigilando para evitar desbordamientos con las crecidas previstas a medida que el agua fundida desciende ladera abajo. El caso más ilustrativo de esta situación es por el momento la del curso del Huerva, afluente del Ebro que pasa por Aragón, que mantiene el nivel 1 de emergencia de Protección Civil y ha provocado el desalojo de una residencia por precaución.
Por ahora, el ascenso de los termómetros es más evidente por la noche, por la ausencia repentina de bajo ceros que fueron tan frecuentes la semana pasada. De cara al viernes las mínimas serán incluso más llevaderas: va a hacer más de 7ºC en prácticamente toda la mitad oeste peninsular y en las zonas costeras del norte, sur y del Mediterráneo, así como en ambos archipiélagos, podrá hacer más de 10ºC de mínima.
Durante el día, las máximas se va a sentir cada vez menos invernales, en algunas regiones incluso serán descritas como primaverales. La subida más importante de las temperaturas diurnas se dará el viernes, para seguir el fin de semana y terminar de rematar el lunes con hasta 5ºC más.
En la mitad sur, los litorales y las islas Canarias y Baleares, hará 20ºC el lunes, 3 de febrero. En buena parte de la mitad este la situación será parecida, aunque cuanto más al norte menos grados tendremos, con que en las provincias de Aragón y Cataluña será más frecuente quedarnos en torno a los 17-19ºC.
Sin embargo, el dato que más sorprende son los entre 17 y 24ºC que se van a registrar en muchas zonas de Castilla y León, así como en el interior de Asturias y puntos de Cantabria y el País Vasco. Se trata de zonas más acostumbradas a registrar valores gélidos en enero, donde la anomalía cálida será de 10ºC o más, según el modelo GFS.
En la islas orientales de Canarias, la máxima podrá incluso rozar los 30ºC en las playas del sur.
Como sabemos, desde el solsticio de invierno los días van durando cada vez más, sumando alrededor de 2 minutos por día. En el norte peninsular las horas de luz son ya casi 10 horas, que se alcanzan en el centro y Baleares y se superan en el sur. En Canarias son cerca de 11 horas.
De esta manera, el sol tiene más tiempo para calentar la superficie sin presencia de nubes por la estabilidad anticiclónica que reina en España.