A pesar de que estamos ya oficialmente en primavera, el fin de semana invita más a encender Netflix que ha salir a la calle dado el mal tiempo que está haciendo, lo cual es de agradecer durante una cuarentena. Las borrascas que nos han llegado desde el lunes han tenido pegados a la ventana disfrutando del olor a lluvia y ha hecho más llevaderos estos días, además de que la humedad será muy positiva para frenar el coronavirus.
El aire se limpia y los embalses se llenan. Lo hacen sobre todo en las regiones del oeste y el sur peninsular, pero van a ir llegando a más zonas según pasen las horas. La Agencia Estatal de Meteorología incluso está avisando del riesgo por las acumulaciones importantes de agua que tendremos en algunas provincias, que vendrán con rayos en varios puntos.
Los cambios llegarán, pero habrá que esperar unos días más. El lunes seguiremos viendo llover y los relámpagos podrán iluminar el cielo por la noche, además de que veremos algo de nieve en la cima de nuestras montañas –aquellos afortunados con vistas a la sierra-. Los chaparrones serán más agresivos en el litoral mediterráneo y Pirineos, ha informado la Aemet, pero no se descartan en ningún punto de España. Lo mismo en Canarias, por allí de hecho en cantidades generosas.
El martes las precipitaciones se limitarán más al sureste peninsular, así como a la ciudad de Melilla, donde soplará fuerte viento del noreste que arrastrará humedad mediterránea. Y, de nuevo, tocará tender dentro la ropa en las Canarias.
A partir del miércoles la situación podrá variar bastante, aunque con tanta anticipación es difícil decirlo con total seguridad. Todo apunta a que el cielo estará algo más despejado en todo el país, con la excepción del norte peninsular, donde se acercará un frente. El aire frío seguirá a bastante altura sobre la Península, lo cual implicará que en las montañas las precipitaciones podrán ser en forma de nieve, especialmente por encima de los 1.700 metros.
No obstante, serán días lluviosos también los de la segunda mitad de la semana en todo el país, incluyendo a las Islas Baleares.
En cuanto a las temperaturas, a pesar de las idas y venidas del termómetro, cabe esperar que se queden en general algún grado por debajo de la media habitual de la primera semana de la primavera, más notablemente en el tercio oriental peninsular.