Es fácil confundir síntomas de alergia a las puertas de la primavera, y teniendo en cuenta que están pegando fuerte los pólenes más comunes, con síntomas de coronavirus. Para evitar alarmismos y con el objetivo de no saturar los servicios de salud, te contamos cómo puedes diferenciarlos.
Puede parecer una tontería, pero la similutad es tal que la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) que monitorea todo el año los niveles de pólenes ha emitido una nota de prensa aclarando las diferencias.
Antes de nada advierte de que los alérgicos no tienen mayor riesgo de contraer la infección, "pero la población asmática debe extremar las precauciones". En caso de ser alérgico y asmático, lo mejor será no salir en ningún caso aprovechando la cuarentena y dejar, si se puede, que sea otra persona de la casa quien compre y tire la basura por ahora. En el caso de los trabajadores que no tengan otro remedio que moverse, sería recomendable utilizar mascarilla.
Dicho esto, el comunicado pasa a explicar los síntomas. Lo que ayuda a sospechar que se trata de alergia, y no coronavirus, es que la persona empeorará en la calle y mejorará al estar en un sitio cerrado.
Por otro lado, es poco frecuente que en casos de alergia al polen se dé fiebre. En el caso de que lo haga podría deberse a una sinusitis aguda, por ello lo recomendable es tomar antihistamínicos tópicos u orales.
En el caso de los asmáticos, eso sí, toca extremar la precaución. Las infecciones respiratorias suelen generar mayor inflamación bronquial en la persona asmática que en la no asmática, "induciendo hiperreactividad bronquial y mayor riesgo de crisis".
Se recomienda para estas personas prestar especial atención a las recomendaciones que tanto escuchamos últimamente para no contraer el virus: lavarse frecuentemente las manos, disminuir la interacción social, evitar el contacto con personas con síntomas de coronavirus y usar mascarilla si no les queda otra que salir a la calle.
Si por el contrario tenemos fiebre, más tos de la que acostumbramos a tener cuando nos da la alergia en primavera o nos cuesta mucho respirar, podría deberse a una inflamación de las vías respiratorias y por lo tanto el coronavirus podría estar atacando nuestros pulmones. Como es evidente, en estos casos lo suyo es avisar a emergencias.
Hasta el momento, las cupresáceas han dado guerra a un sector de la población por el calor y la falta de lluvias, pero parece que da ya una tregua a excepción de la provincia de Huesca, donde los niveles siguen altos.
Sí empieza a hacer de las suyas el platanus, es decir, el plátano de sombra. Este árbol ocupa alrededor del 25% y el 35% del arbolado de Madrid y Barcelona y alcanza su pico de polinización ahora, en marzo y abril. Con que, si vives en la ciudad, mucho ojo con exponerte.
También está dando problemas ya en Córdoba, Valencia, Cáceres y Toledo, y está siendo cada vez más guerrero en el sur y este peninsular. Pero sin duda el dato más extremo son los 1329 granos por metro cúbico que se detectaron el día 12 de marzo en la capital catalana.
De la misma manera, las dichosas urticáceas siguen molestando a los alérgicos en unas cuantas provincias. Destacan los altísimos niveles que se registran en Navarra, Toledo, Salamanca, Guadalajara y en el sur, en Sevilla y Cádiz.