El viento que nos acompaña desde el fin de semana, cuando la primera borrasca de la temporada 2019-2020, 'Amelie', arrastró fuertes vendavales, empieza ya a remitir, aunque aún soplará alguna racha intensa en la vertiente mediterránea. Asimismo, la situación costera alterada y las lluvias seguirán marcando la primera semana de noviembre, acompañadas de un descenso de los termómetros cada vez más generalizado. La entrada de un nuevo frente será determinante en el tiempo que nos espera estos días.
El área del Cantábrico no puede despedirse del fuerte temporal marítimo que ha azotado estos días la mayoría del norte peninsular. Tendremos que sacar el paraguas en casi todo el país durante el martes porque la probabilidad de chubascos es casi generalizada, a excepción de algunos puntos del litoral mediterráneo, donde el viento más seco dejará cielos más abiertos.
Por el contrario, la inestabilidad seguirá encajada en el golfo de Vizcaya y el alto Ebro, donde los chubascos podrán ser localmente fuertes y venir acompañados de tormentas, llegando más débiles en el resto de comunidades. Así, esperamos también alguna gota más tímida en la meseta norte en la capital y en puntos dispersos de Extremadura y la mitad occidental de Andalucía.
De cara al miércoles tendremos que extremar la precaución sobre todo en el Pirineo oscense porque la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha activado el aviso amarillo por nevada intensa. Podrán caer 5 centímetros de nieve en un día, por lo que se recomienda andarse con ojo si circulamos por la zona esta semana. Podremos ver un ligero manto blanco sobre todo en la mitad norte, en torno a los 1.200-1.5000 metros.
Los modelos de predicción estiman que el miércoles vamos a experimentar la entrada de un nuevo frente que va a dejarnos chubascos persistentes en el extremo oriental del Cantábrico y en Galicia. Las lluvias volverán a producirse con bastante intensidad a partir de mediodía por estas zonas, y también con menor intensidad en algunas zonas del interior.
Asimismo, tendremos que extremar la precaución cerca de la costa porque el oleaje adverso seguirá siendo el principal ingrediente de este temporal que nos va a acompañar durante la semana. Casi todo el litoral cantábrico y el archipiélago balear seguirán siendo golpeadas por olas que podrán superar los 5 metros de altura. Esta situación se va a complicar aún más con las fuertes rachas de viento que seguirán azotando por la Comunidad Valenciana, de más de 80 km/h puntualmente.
Este temporal marítimo que nos está acompañando durante la semana y la llegada de nuevos frentes van a dejarnos una semana más otoñal, con termómetros que irán a la baja en lo que resta de semana. A partir del miércoles las temperaturas van a normalizarse y quedarán bastante frenadas en puntos del Mediterráneo, donde no se superarán los 22ºC, nada que ver con los 28ºC de máxima que hemos alcanzado los días anteriores. Además, en ambas mesetas los valores oscilarán entre los 13 y 14ºC, y la tendencia es que continúen bajando en los próximos días.