La esperada semana de Reyes ya está aquí… Y también el frío. Los últimos días no han sido lo que se dice cálidos en España, aunque será a partir de ahora cuando una masa de aire de procedencia polar termine de congelar nuestro país. Lo hace ya en Segovia, donde el embalse del Pontón Alto parece una pista de hielo, o en León, donde la ventisca ha obligado a cerrar las estaciones de esquí. En muchos de los puntos afectados, además, la sensación térmica real es incluso más heladora que lo que marca el termómetro. Esto es por la influencia del viento.
¿Quieres saber cuánto frío te espera realmente estos días teniendo en cuenta el viento? El cálculo es fácil, aunque no exacto. Entran en juego otros factores como la humedad ambiental, la insolación, o si la piel de la persona en cuestión está expuesta o se va vestido como es debido.
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) resume el cálculo con la siguiente tabla. Como vemos, no es igual que haga -10 grados –que se alcanzarán estos días en muchos puntos de España– con viento en calma que con rachas de 30 kilómetros por hora o más, cuando la sensación térmica es de, al menos, -13 grados.
Con vientos sostenidos de más de 50 km/h, las congelaciones pueden producirse más rápidamente, apunta también la Aemet. Esto ocurre porque el viento ayuda a que la pérdida de calor corporal se produzca más rápido.
El papel de la humedad ambiental es el de regular la evaporación. Durante los episodios de mucho calor en verano, la humedad disminuye la transpiración, y por tanto a más humedad se produce una sensación de más calor. Generalmente se tiene en cuenta cuando la temperatura sobrepasa los 26ºC y la humedad el 40%.