La Semana Santa de 2022 está cada vez más cerca y, aunque aún es pronto para saber con exactitud qué tiempo nos espera, los modelos meteorológicos empiezan a atisbar algunas tendencias. En general, parece que las borrascas frías de las últimas semanas nos dejarán, y el calor anómalo pasará a ser protagonista en gran parte de España.
La Semana Santa caerá este año entre los días 10 y 18 de abril, cuando en general (según el promedio de los años 1981 hasta el 2010) las lluvias suelen concentrarse en el norte, mientras que el periodo tiende a ser más soleado en el sur y las islas Canarias.
Según las predicciones del centro europeo ECMWF, este año las precipitaciones serán más o menos las habituales para las fechas en casi toda España, aunque podrán estar ligeramente por debajo del promedio en la mitad sur peninsular, las comunidades del Mediterráneo y Canarias, y algo por encima en Galicia.
El pronóstico irá siendo más concreto a medida que nos acerquemos a la fecha, no obstante, hay que tener en cuenta que es complicado que no llueva en siete días durante la Semana Santa, por lo que no se descarta que veamos chubascos, aunque débiles, fuera del norte peninsular.
Las temperaturas estarán en general ligeramente por encima de lo normal en el conjunto de España, con una anomalía de hasta 3 grados en puntos de la Península.
Marzo seguirá trayendo lluvias a gran parte de España hasta el final del mes. El fin de semana tendremos una breve tregua, excepto en el sur y el este, donde continuarán las precipitaciones, que podrán ser con barro por la presencia de calima.
Entre el domingo y el lunes, de nuevo, una borrasca se irá adentrado en España y causará un episodio de lluvias que podrá confirmar que marzo de 2022 es uno de los meses más húmedos (si no el más húmedo) que ha tenido nuestro país en años.
El anticiclón de bloqueo que se estableció sobre España en enero y febrero de 2022 se ha retirado en las últimas semanas, lo cual ha hecho que pasemos de un periodo de sequía largo y extremo a otro de lluvias intensas. En zonas de la Comunidad Valenciana no llovía así desde hacía décadas, y no se quedan cortas las acumulaciones de agua en el este de Andalucía y la Región de Murcia.
La llegada de borrascas, entre las que destaca “Celia”, ha cambiado las tornas radicalmente desde comienzos de marzo 2022. De golpe, las lluvias y el polvo en suspensión -con una "intrusión histórica" de calima en la Península la semana pasada- se han convertido en protagonistas. Y esta semana la historia se repite para el sur de España, donde se están cancelando vuelos por la escasa visibilidad en los aeropuertos.
Nuestros embalses han sumado más de 450 hectómetros cúbicos de agua en una semana, y las precipitaciones del mes de marzo (hasta el momento) casi duplican el valor normal de todo el mes. Aunque las precipitaciones desde el inicio del año hidrológico (octubre 2021) siguen por debajo de las cifras habituales por la sequía meteorológica que nos ha acompañado todo el invierno, el déficit de lluvias se ha reducido del 42 % a finales de febrero al 26 % el 22 de marzo, según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
El meteorólogo de Meteored José Miguel Viñas ha analizado los registros de los últimos años de la primavera: “Se observa una anomalía clara de aumento de precipitación en primavera y de anomalías cálidas”, dice.
En los últimos 30 años, está disminuyendo el número de días de primavera en Europa, con menos días seguidos de precipitación. Esto no quiere decir que llueva menos, sino que lo hace en menos tiempo y de manera brusca.
"Las proyecciones climáticas apuntan que las lluvias serán más intensas en primavera, con rachas secas más largas en nuestro entorno geográfico", añade el meteorólogo.