Mayo no está sentando demasiado bien a nuestros embalses. A pesar de estar al 60 %, la reserva de agua española ha perdido volumen en las últimas semanas, y no parece que la segunda quincena vaya a solucionarlo. El pronóstico provisional del Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio (ECMWF, por sus siglas en inglés) prevé que las próximas dos semanas sean más escasas en lluvias de lo habitual, lo cual podría dejarnos con un panorama complicado de cara al verano.
Hace unos días, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) adelantó en su pronóstico estacional que el trimestre mayo-junio-julio tenía un 40 % de probabilidad de ser más seco que el promedio en la mayor parte del país. La probabilidad de que resulte ‘normal’ en cuanto a cantidad de precipitación es del 35 %, y de que sea ‘húmedo’ es tan solo del 25 %.
El pronóstico del centro europeo ECMWF, bastante fiable, concreta algo más a medio plazo. Excepto en el tercio norte y puntos de Baleares, donde no observa una tendencia clara (en blanco), en el resto de España prevé que la semana el 17 al 23 de mayo será en torno a un 10 o un 30 % más seca que el promedio (en naranja).
La semana siguiente, del 24 al 30 de mayo, de igual manera, las precipitaciones escasearían con respecto al promedio del periodo de referencia (1981-2010) para las fechas en casi todo nuestro territorio. Esta vez la tendencia no está tan clara en el área mediterránea y, en cambio, el norte de la Península sí aparece en naranja, lo cual indica una cantidad de agua inferior a la habitual.
Las cuencas más castigadas hasta ahora son las de Castilla-La Mancha, Andalucía y, especialmente, las de la Región de Murcia, por debajo del 35 % de su capacidad.
Los pantanos más llenos según el último balance serían los de la Comunidad de Madrid, País Vasco, Aragón y Cataluña, por encima del 80 % de su capacidad.
En el conjunto de España, la reserva de agua suma esta semana 33.926 hectómetros cúbicos, que suponen el 60,69 % de su capacidad. Por contextualizar, este volumen supone alrededor de un 12 % menos que la media de la última década para el mismo periodo del año.
La última vez que nuestros embalses registraron estos niveles a mediados de mayo fue en 2019. Aquel año, tras una primavera seca, el verano arrancó en España con la reserva de agua al 58 %.
Entre los balances preocupantes que dejó la estación estival fue una precipitación un 14 % inferior al promedio que agravó la sequía y una de las peores temporadas de incendios que se recuerdan.