El frío invernal que se ha apoderado de los campos está afectando a los cultivos en muchas zonas de España. La amenaza de las heladas está obligando a los agricultores a recurrir a mecanismos como el riego por aspersión y quemadores de parafina para proteger los frutos en Lérida, donde las temperaturas nocturnas han alcanzado los -14 ºC en las últimas horas. ¿Qué son las heladas negras que echan a perder las cosechas?
Unió de Pagesos y la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) aseguran en declaraciones a Europa Press que los productores de fruta de hueso que no tienen sistemas antihelada perdieron en la madrugada del domingo el 100 % de su producción.
El riego por aspersión, que está siendo utilizado en muchas plantaciones para hacer frente al frío, no evita que las heladas dañen la vegetación "porque los ventiladores y los botes de cera solo hicieron subir la temperatura dos o tres grados y se llegó a seis grados bajo cero", explica Jaume Gardenyes, responsable del sector de la fruta dulce de Unió de Pagesos y agricultor de Tèrmens (Lleida).
"La helada de esta noche ha caído donde el daño ya estaba hecho, los que teníamos aspersores hemos puesto el riego para que no acabe de matar el fruto", afirma otro agricultor de Unió de Pagesos, Ramon Comes, con una finca de melocotones de Corbins (Lleida).
En los mismos términos se ha pronunciado el presidente de Asaja Lleida, Pere Roqué que, según ha explicad,o ha encontrado daños "en siete de diez frutos" en uno de sus perales en su finca de Lleida.
La misma escena dramática se está produciendo comarcas frutícolas de Aragón, entre ellas el Bajo Cinca, la Litera o el Cinca Medio, según el Heraldo. En La Litera, la unión agroganadera UAGA ha reportado daños en el 100 % de las fincas, y la amenaza de las heladas podría extenderse a Navarra, Castilla y León o Castilla-La Mancha.
Las heladas negras surgen cuando las temperaturas caen por debajo de los cero grados y se da una escasa humedad, lo cual evita que se forme la capa protectora de escarcha alrededor de la vegetación.
De esta manera, las membranas internas de las plantas se secan y los cristales de hielo afectan como cuchillos a las células, haciendo que tomen un aspecto negro a medida que la vegetación va muriendo. Cuando se dan en invierno, los árboles de hoja caduca no se ven afectadas porque la actividad celular es muy baja. En cambio, cuando se producen heladas tardías como las que estamos observando en abril por el aire polar, con las plantas muy activas, el daño puede causar pérdidas millonarias a los agricultores.
El mismo riesgo se dará estos días en los campos de Francia, donde el año pasado por estas fechas se produjo un episodio histórico de heladas tardías, entre el 4 y el 8 de abril, cuando las escenas de los cultivos iluminados entre quemadores antiheladas para evitar que el frío dañase los viñedos de Borgoña.