Los vientos del sur están repartiendo polvo sahariano por toda Europa. En España, los niveles de partículas han sido muy elevados el fin de semana, lo cual ha provocado lluvias de barro y un empeoramiento claro de la calidad del aire en varias ciudades, y han bajado el lunes. A partir del martes, no obstante, el aislamiento de una depresión en niveles altos (una DANA) provocará, de nuevo, una irrupción de calima, esta vez desde el este.
La masa de polvo de origen africano que ha recorrido España llega ya hasta Francia, Alemania o los países escandinavos. Cabe esperar que vuelva a cubrir los Alpes de una nieve más oscurecida de lo habitual como ya lo hizo a principios de febrero. Así están algunas estaciones de Pirineos, donde los cielos han estado arenosos el fin de semana.
Este polvo que enturbia los cielos y puede incluso poner en riesgo la salud en grandes cantidades –como las vistas en Canarias la semana pasada– procede del desierto del Sáhara. Un flujo fuerte de vientos sopla hacia el norte-noreste y arrastra millones de diminutas partículas de arena hacia amplias zonas de Europa, donde se denominan PM (material particulado, por sus siglas en inglés).
La profunda vaguada que atraviesa España irá aislando una DANA poco a poco, impulsando viento del este sobre buena parte de la Península. A su paso, estos vientos traerán de nuevo polvo en suspensión a muchas comunidades.
*Temperatura y geopotencial a 500 hPa previsto por el modelo ECMWF
Según el Servicio de Monitoreo de la Atmósfera de Copernicus (CAMS), los niveles podrán superar los 75 microgramos por metro cúbico (µg/m3) el jueves en muchas regiones del interior, y serán más altos en puntos de Andalucía, rozando las 100 µg/m3.
“Las altas concentraciones de polvo pueden tener impactos en la salud de los sistemas respiratorios de todas las personas en las regiones afectadas y aumentar la contaminación del aire por partículas de fuentes locales”, ha alertado la Comisión Europea en nota de prensa.