Una borrasca ha barrido la costa valenciana con fuertes vientos y olas de hasta 5 metros. Como resultado, paseos marítimos, chiringuitos y muros han quedado totalmente destrozados, y algunas playas se han cubierto de escombros que la marea ha arrastrado hasta la orilla. Todo ello, a la espera de los turistas que llegarán en los próximos días durante la Semana Santa.
Abril está siendo poco primaveral este año. Al menos, en sus comienzos. La llegada de una borrasca con aire polar y fuertes vientos ha causado un temporal de oleaje en la costa valenciana y andaluza que saldrá muy cara a los negocios que viven del turismo. Entre las zonas más afectadas, además de municipios de Alicante como Villajoyosa, o Cullera, en Valencia, están las costas de Málaga, Granada o Almería.
En otras zonas, la nieve ha sido la protagonista. Desde las 18 horas del martes hasta bien entrada la mañana del miércoles, en Albacete no ha parado de nevar con ganas, cubriendo las calles de un molesto manto blanco que impedía caminar, y los coches no lo han tenido fácil para circular por algunas carreteras y puertos de montaña. Se exigían las cadenas en una docena de vías, y en los pueblos los vecinos retiraban la nieve, pala en mano, para llegar al trabajo.
En los próximos días, de las nevadas y el temporal de fuetes vientos pasaremos en España a lo que se conoce como una “surada”, que impulsará una masa de aire tropical a comienzos de Semana Santa.
Los primeros días llegaremos a los 20 ºC en buena parte de España, incluso rozaremos los 30 en el sur. A partir del lunes, eso sí, volverán las lluvias y el viento por una borrasca, que serán generalizadas y podrán venir acompañadas de tormentas y un desplome térmico.
Pero el temporal no durará mucho. A partir del miércoles 13 de abril, la estabilidad volverá a España para los últimos días de Semana Santa.