La Comunidad de Madrid ha alertado a los ayuntamientos de la región sobre las posibles inundaciones en la capital en los próximos meses. Por ello, se ha pedido "prudencia y prevención" y se han sugerido una serie de medidas preventivas ante las DANAs (siglas de depresión aislada en niveles altos), que suelen tener consecuencias cada año en nuestro país generalmente a partir de septiembre.
El consejero de Presidencia, Justicia e Interior de la Comunidad de Madrid, Enrique López, ha mantenido el martes 24 de agosto una reunión telemática del Plan Territorial de Protección Civil de la Comunidad de Madrid (Platercam). En dicho encuentro, además de tratar los incendios forestales de las últimas semanas y la situación de la pandemia en la región, se ha informado de la labor preventiva que está realizando la Agencia de Seguridad y Emergencias (ASEM 112) de cara a las posibles gotas frías o DANAs.
López ha apelado a "la prudencia y la prevención por parte de todas las administraciones para anticiparnos a las posibles inclemencias meteorológicas que pueden poner en riesgo a las personas, los bienes y el medio ambiente".
Por este motivo, el ASEM112 ha remitido una carta a los ayuntamientos madrileños en la que se hace hincapié en la necesaria prevención por parte de las administraciones locales y se solicita que desde los municipios implementen y trasladen a los ciudadanos y empresas de poner determinadas medidas preventivas.
Entre ellas, sugiere la revisión de los colectores municipales, limpieza de imbornales y sumideros de calles e instalaciones, señalización y vigilancia de las zonas potencialmente inundables con prohibición del estacionamiento de vehículos, así como la acampada o permanencia en cauces secos y en la orilla de los ríos.
El Inuncam establece la obligatoriedad a 103 localidades, en función de su riesgo, de disponer de un Plan de Actuación Municipal frente a inundaciones, donde establezcan las medidas preventivas y la organización mínima para coordinar los servicios propios y las ayudas externas. La Comunidad está elaborando los planes de actuación municipal por inundaciones en 60 localidades de la región menos de 20.000 habitantes.
Una DANA es un sistema de baja presión en los niveles altos de la atmósfera, que se ha separado por completo del flujo zonal en altura. “Típicamente, estas depresiones aisladas en niveles altos se hallan, en el hemisferio norte, al sur del flujo establecido en altura”, según la descripción de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) de este fenómeno.
Una DANA puede, a veces, no desplazarse hacia el este como una borrasca ordinaria, sino permanecer casi estacionaria varios días, o incluso moverse de manera opuesta al flujo zonal del oeste (lo que se denomina retrogresión).
El origen del popular término gota fría viene de la traducción casi literal del término acuñado por la escuela alemana, que bautizó este concepto como kaltlufttropfen, que significa “gota de aire frío”. En español la expresión gota fría llegó a desvirtuarse y a ser asociada a cualquier tipo de situación de precipitaciones abundantes, por lo que en el ambiente profesional se prefirió evitar su uso y hablar en su lugar de depresión aislada en niveles altos o DANA.
En España, estas formaciones tienen consecuencias sorprendentes sobre todo en el área mediterránea al final del verano o durante el otoño. En septiembre de 2019, por ejemplo, una Dana afectó al Levante durante una semana, y los acumulados llegaron a exceder los 300 litros por metro de agua en al menos tres estaciones meteorológicas: en Ontinyent (Valencia), San Javier (Murcia) y en Orihuela (Alicante). Las imágenes posteriores al temporal parecían causadas por un tsunami.