Las fuertes lluvias han causado al menos 125 muertos confirmados en Alemania y 23 en Bélgica, y hay miles de desaparecidos. Las autoridades dicen que el balance podrá ser más trágico a medida que se logra acceder a zonas ahora intransitables incluso con vehículos del ejército. Pero, ¿qué ha provocado este extraordinario episodio de precipitaciones? ¿Está el cambio climático detrás de las inundaciones?
La cantidad de precipitación que habitualmente cae en todo el mes de julio en puntos de Renania-Palatinado y Renania del Norte-Westfalia, Alemania, se ha duplicado esta semana en tan solo dos días. Incluso en un solo día, como ha ocurrido en la estación meteorológica de Stammheim (Colonia), con 154 litros por metro cuadrado en 24 horas. Se trata de una cifra histórica. Una de muchas en el oeste de Europa.
El valle de Ahr, uno de los más castigados por el desbordamiento del río Ahr al sur de Bonn, no se inundaba a estos niveles desde el 12 de junio de 1910, cuando entre 52 y 200 personas murieron, como ha recordado Thilo Kühne, investigador del Laboratorio Europeo de Tormentas Severas (ESSL).
"El cambio climático ha llegado a Alemania", se ha apresurado a vincular la ministra de Medio Ambiente, Svenja Schulze. No ha sido la única política del país en hacerlo. No hay duda de que el cambio climático está empeorando situaciones extremas como esta”, coincide Sara Vicca, profesora de la Universidad de Amberes. Pero, ¿pueden relacionarse estos hechos con el calentamiento global, rigurosamente hablando?
“No podemos decir que el cambio climático haya causado específicamente este evento extremo, pero sí podría estar contribuyendo a que se potencien estos fenómenos de precipitaciones muy intensas”, opina Juan Jesús González Alemán, investigador y meteorólogo de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Además, añade, “podrían ocurrir con una frecuencia más alta de lo habitual en el futuro”.
“Eventos como la ola de calor reciente en Canadá, que afectan a regiones más grandes, sí se han atribuido al cambio climático, pero los modelos climáticos todavía no captan bien estos fenómenos de tormentas y precipitaciones locales”, comenta. “Lo que sí se está observando es un aumento de estos eventos en Europa, y de cara al futuro se proyecta que seguirán en aumento”. En este caso, además, señala que los hechos han ocurrido en una zona inundable, lo cual ha acentuado el impacto social.
"Lo sucedido se alinea con lo previsto en una situación en la que estamos inmersos de cambio climático, en la que fenómenos adversos como lluvias torrenciales serán cada vez más frecuentes e intensos", coincide la portavoz de la Aemet, Bea Hervella, en declaraciones a Europa Press. “Será un estudio de atribución específico de este fenómeno el que determine exactamente qué tanto por cien de ocurrencia del evento se le puede asignar al cambio climático originado por causas antropocéntricas, es decir, por la acción humana".
Según ha puntualizado Hervella, lo sucedido en la noche de este pasado 15 de julio en Alemania es debido a una Dana (depresión aislada en niveles altos) que ha generado "precipitaciones de carácter puntualmente torrencial, acompañadas de abundante aparato eléctrico, traduciéndose en escorrentía, crecidas de ríos y finalmente inundaciones con graves consecuencias, como pérdida de vidas humanas".
El radio de actuación de la DANA, según ha precisado, se ha extendido a Bélgica, Luxemburgo, Países Bajos y Suiza, con consecuencias similares.
Además, ha añadido que uno de los factores "significativos" de este evento es el carácter "casi estacionario" de la Dana. "Le ha costado circular, se ha movido muy lentamente por verse estrangulada por dos potentes dorsales que ofrecían resistencia, complicando la situación en las áreas donde llovía sobre mojado", ha explicado.