Incendios a -50ºC: el suelo arde en Siberia en uno de los inviernos más fríos que se recuerdan

  • Los incendios han sobrevivido al otoño y el invierno a pesar de las nevadas

  • En las últimas semanas se han registrado -50ºC en puntos de Yakutsk, Siberia

  • El 2020 los incendios liberaron un triste récord de 244 megatoneladas de CO2

Los incendios en Siberia no dan tregua ni a -50ºC. Estos días, varias grabaciones de la región de Yakutsk, que atraviesa una ola de frío extrema, mostraban el humo propagándose entre un paisaje plenamente blanco. Es uno de los inviernos más duros que se recuerdan, pero eso no ha frenado las brasas, aún candentes bajo la nieve desde el verano. Es lo que llaman los ‘incendios zombi’, y son el augurio de un desastre medioambiental que se agrava cada año.

Los vídeos han sido filmados en la aldea rusa de Saydy en el distrito de Tomponsky de Yakutia, y han sido difundidos por el medio local ‘The Siberian Times’.

Los incendios de Siberia empeoran cada año

Los residentes no dan crédito a sus ojos. Ya el año pasado los incendios zombi hacían temer que el fuego arrasaría más terreno que el año anterior con la llegada del verano. Las cifras son alarmantes. Si en 2019 las llamas liberaron 181 megatoneladas de CO2, solo entre el 1 de enero y el 31 de agosto los científicos del servicio europeo Copernicus medían unas emisiones de 244 megatoneladas.

Durante todo el 2020, la Organización Meteorológica Mundial miró hacia el norte de Rusia con preocupación: “Las temperaturas en Siberia han estado más de 5ºC por encima del promedio de enero a junio, y en junio hasta 10ºC por encima del promedio”, alertaba a mitad del año.

Asimismo, se han grabado escenas del humo saliendo de la vegetación tapada por la nieve en “el pueblo de Udarnik, también gravemente afectado por los incendios forestales el verano pasado”, publica ‘The Siberian Times’. “Estas grabaciones son de noviembre de 2020, pero los locales nos cuentan que varios incendios siguen activos”, concluye.

Todo ello, recuerda este medio, en el invierno más frío que se produce en Yakutia desde 2006.