Cerca de 800.000 hectáreas bosque han sido arrasadas por el fuego en la provincia de Corrientes, en el norte de Argentina. Los incendios forestales están dejando impactantes imágenes de víboras abrasadas y caimanes que huyen en masa de las llamas.
Los agricultores de la provincia de Corrientes están desesperados. El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria calcula que han ardido al menos 785.000 hectáreas. Se han perdido plantaciones y los animales huyen como pueden para buscar refugio del calor abrasador, pero muchos no lo consiguen a tiempo.
Las autoridades sabían que la temporada de incendios este año podía ser devastadora. La sequía se está combinando en este comienzo de 2022 con la persistencia del fenómeno de La Niña, que afecta con clima más seco de lo habitual a Sudamérica.
Las cataratas de Iguazú están en situación de alerta y las temperaturas están siendo más altas de lo normal en buena parte del continente. Estas condiciones extremadamente cálidas y secas serían consecuencia del cambio climático, que está haciendo que las dimensiones de los incendios sean cada vez mayores, generando lo que se conoce ya como “megaincendios”, muy complicados de apagar.
Desde este domingo, por suerte, algunas lluvias han devuelto la esperanza a la región de Corrientes, que serán de ayuda para combatir la propagación del fuego.