Los geólogos no quitan ojo al volcán La Soufrière después de la erupción del pasado 9 de abril que ha invadido de un fuerte olor a azufre la isla de San Vicente y las Granadinas. Las cenizas envuelven las casas y calles, y la nube de humo cargada de dióxido de azufre (SO2) viaja ya a través del Atlántico. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) está vigilando su evolución en Canarias y teme que pueda llegar después al resto de España.
Es la primera vez desde 1979 que el volcán caribeño entra en erupción. Según han informado desde la Organización Nacional de Gestión de Emergencias, la columna de humo podría haber superado los 8 kilómetros de altura y habrían alcanzado los niveles medios y altos de la troposfera, obligando a desalojar sus hogares a más de cuatro mil personas. Y todavía pueden darse nuevas erupciones.
El Grupo de Predicción y Vigilancia de la Aemet está realizando un seguimiento de la nube de cenizas volcánicas en coordinación con el Volcanic Ash Advisory Center (VAAC) de Toulouse y actuará en lo que se refiere a la aeronáutica.
Por su parte, los avisos emitidos hasta el momento por los VAAC de Washington y Toulouse sitúan la nube de cenizas del volcán al oeste de Cabo Verde. A lo largo del martes, la nube podría llegar a las Canarias, donde empeoraría la calidad del aire sobre todo en las islas más orientales. Después se adentraría en África y, entre miércoles y el viernes, es posible que los vientos arrastren cantidades menores de SO2 hacia el sur peninsular.
*Niveles de SO2 viajando a través del Atlántico, según la previsión de ECMWF / Windy.com
Los niveles no serán un riesgo para la población, según se está informando por ahora, aunque se vigilará la masa de aire por si la precipitación pudiera depositar la sustancia en la superficie.