La erosión de un acantilado en Camogli (Génova), Italia, ha provocado un deslizamiento de tierra bastante desafortunado. La costa se ha derrumbado al mar justo en el lugar donde se encuentra el cementerio del pequeño municipio, lo cual ha provocado que cientos de ataúdes hayan quedado a la deriva ante la impotencia de los testigos.
La región de Liguria es azotada cada año por tormentas violentas que estarían detrás del desprendimiento producido en Génova. La erosión en las rocas bajo el cementerio se habría estado produciendo durante años en la sombra, según medios locales, y ha acabado por desgajar un trozo de costa.
Los bomberos y los buzos intervinieron en el lugar para recuperar los féretros que terminaron en el mar, así como la unidad NBCR para la prevención de riesgos biológicos. Se ha prohibido el acceso al cementerio y al mar cercano, y el tráfico tan solo fluye en un sentido alternativo.
Los residentes aseguran haber escuchado raros rugidos en la zona en los últimos días, y Tino Revello, concejal de Obras Públicas del municipio de Camogli, ha explicado a la agencia Ansa que el acantilado se está revisando para evitar algo así.