Abril ha empezado este año con nieves mil. La borrasca Ciril que ha irrumpido en España ha traído el invierno de vuelta, con temperaturas heladoras y copos incluso ciudades como Vitoria o Pamplona. El aire ártico se quedará hasta la semana que viene, cuando será sustituido poco a poco por una masa de aire más cálido, procedente del sur. Se avecina un nuevo cambio brusco de tiempo.
La semana del 4 al 10 de abril, la borrasca que afectará a Canarias el domingo, se aproximará al suroeste peninsular. Así, los primeros días de la semana se esperan precipitaciones abundantes en el sur peninsular, Estrecho, Alborán y Baleares, débiles y dispersas en el Cantábrico y norte de Canarias, según la previsión de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
Aunque las cotas de nieve suben en general, nevará en las sierras del sudeste. En las montañas del norte, la nieve tardará en retirarse por la persistencia del frío.
A partir del miércoles aumenta de forma significativa la incertidumbre en la predicción. En el escenario más probable podrán producirse precipitaciones en Galicia y en el área cantábrica, que podrán extenderse al final de la semana con menor intensidad a otras zonas del cuadrante noroccidental peninsular.
En el sur peninsular, el conjunto de la semana será más húmedo de lo habitual por las precipitaciones del comienzo de la semana, según el modelo europeo ECWMF:
Las temperaturas muestran una clara tendencia a aumentar de forma generalizada y las heladas pierden extensión e intensidad gradualmente, quedando reducidas al final a Pirineos y, de forma más local, a otros sistemas montañosos de la mitad norte y del sudeste.
No obstante, la semana del 4 al 10 de abril será, en conjunto, más fría de lo habitual.
Los vientos comenzarán con levante fuerte en el Estrecho y Alborán, del norte con intervalos de fuerte en Ampurdán, del nordeste en el litoral sudeste y en Baleares y rolando a norte en Canarias. Hacia el final del periodo, es probable que sople poniente en el Estrecho y del suroeste en Galicia.