La profundización de una borrasca en el Atlántico tiene muy pendientes a los meteorólogos este miércoles. Por el momento, lo que tienen claro es que desembarcará en el Cantábrico el jueves y arrastrará frío muy anómalo sobre nuestras cabezas. Lo que no está claro es cómo de intensa será. Esto dependerá de cuánto caiga su presión en las próximas 24 horas. ¿Habrá ciclogénesis explosiva? La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha emitido un aviso especial informando de lo que se sabe por el momento.
Los pronósticos apuntaban a un trimestre junio-julio-agosto más cálido de lo normal, pero los primeros 10 días del verano meteorológico (que arrancó el 1 de junio) están siendo todo lo contrario. El anticiclón se mantiene en el Atlántico Norte y las borrascas y el frío circulan por latitudes más bajas de lo que cabría esperar en esta época del año.
Pero lo que sorprende a los meteorólogos realmente de la borrasca que ha puesto el ojo en la Península esta semana no es solo que será muy fría –con una anomalía negativa de más de 20ºC a 500 hPa–, sino su rápida profundización. Para hablar de ciclogénesis explosiva, su presión debería caer unos 24 hPa en un solo día. Parece poco probable, pero no se descarta.
Lo que está claro es que va a reavivar las lluvias después del miércoles de tregua en buena parte de la mitad norte y regará también puntos de Extremadura y Andalucía. Las precipitaciones serán "más intensas en Galicia, el área cantábrica y Pirineos, donde pueden ser localmente fuertes y acompañadas de tormentas", enuncia el comunicado de la Aemet.
... Pero lo más significativo será el viento. La borrasca va a despertar rachas de más de 80 km/hora en muchas zonas y dibujará un peligro importante en costas y áreas de montaña. El jueves, habrá que extremar la precaución en "el norte de Galicia y en el litoral sureste andaluz", advierte la Aemet, y el viernes se irán intensificando en más zonas altas del tercio norte peninsular.
El Mar de Alborán, la fachada atlántica gallega y el Cantábrico estarán muy agitados, con olas que puntualmente serán de más de 3 metros de altura. El viernes habrá que tener mucho cuidado especial en Baleares y los litorales de Asturias y Cantabria. En general, nos esperan dos días de ráfagas muy virulentas.
Una de las consecuencias de la borrasca que llamará mucho la atención serán las nevadas que veremos en la Cordillera Cantábrica y Pirineos a partir de los 1.500 metros la noche del jueves al viernes, cuando no será raro que se alcancen en estas alturas temperaturas bajo cero.
La anomalía de las temperaturas en superficie será muy pronunciada en zonas del oeste peninsular, de hasta 15ºC, mientras que en el Mediterráneo serán más normales para la época, llegando a los 28 y 30ºC en los litorales durante el día.
"La borrasca se mantendrá estacionaria hasta la segunda mitad del viernes, cuando comenzará a moverse hacia el norte, dando fin a este episodio", ha informado la Aemet.