El lunes se celebra el Día Meteorológico Mundial, este año bajo el lema "Cuenta cada gota; cada gota cuenta". Para celebrarlo, y para echarnos un cable con la cuarentena, parece que los cielos traen movimiento. Los ríos de Alicante y Valencia ya transcurren más llenos de lo habitual gracias a las lluvias y el observatorio de Izaña, en Tenerife, registra nevadas para estrenar primavera. Suerte que estamos en casa: se espera un fuerte temporal en las próximas horas.
La llegada de aire frío en forma de Dana (depresión aislada en niveles altos), así como de bajas presiones en superficie, está facilitando junto con un viento muy húmedo que las nubes sean cada vez más compactas en el este de España y sobre el norte de las Islas Canarias.
La Agencia Estatal de Meteorología ha activado el riesgo de precipitaciones en las provincias de la vertiente mediterránea. En tan solo una hora está previsto que caigan alrededor de 20 litros/m2 en las zonas costeras de Cataluña, en la Comunidad Valenciana, en Murcia y en el este de Andalucía, aunque no se descarta que sean puntualmente más fuertes, llegando a producirse de manera torrencial (60 l/m2 o más en una hora) en algunos momentos del lunes.
Además del aire frío, las bajas presiones están arrastrando viento de levante en estas regiones, proveniente del Mediterráneo, lo cual implica que llega cargado de humedad. Hasta el momento se ha observado ya alguna granizada poco significativa en Alicante y ríos visiblemente más llenos en otras zonas de la comunidad, así como trombas marinas que han amenizado la cuarentena en Mallorca por su espectacularidad. En Cádiz las nubes amenazan desde ayer y dejan imágenes espectaculares como la siguiente que nos envía Juan José Corbeto desde Rota:
También se avisa en las costas del sur: el viento está agitando la situación en el Estrecho y el Mar de Alborán con olas de más de 3 metros. Quienes tengan vistas al mar podrán sin duda disfrutar de un espectáculo envidiable este lunes desde casa.
Por su parte, en Canarias una borrasca arrastra viento del norte que llega con virulencia y humedad. Gracias al aire frío en capas elevadas, en cotas altas la precipitación se da en forma de nieve. Eso sí, habrá que andarse con ojo si no queda otra que salir a la calle por el oleaje y las lluvias dibujan un ambiente peligroso: hay aviso en todo el archipiélago, especialmente en La Gomera y el norte de Tenerife.
Los índices de AO (Oscilación del Ártico) y NAO (Oscilación del Atlántico Norte) han sido muy positivos todo el invierno, pero han empezado a cambiar radicalmente y muestran ahora otra tendencia que podría llevarlos incluso a ser negativos de cara a los primeros días de abril. Y esto, ¿qué tiene que ver con el tiempo que hace?
Cuando estos índices son positivos, el aire frío queda retenido en latitudes altas; cuando ocurre al contrario, llega a regiones más al sur. Podemos por tanto deducir que, al empezar a caer, facilitan que nos llegue aire frío. Concretamente, lo hacen en forma de Dana (depresión aislada en niveles altos).
Aunque está previsto que la situación mejore ligeramente en el archipiélago canario el martes, el miércoles está previsto que recibamos más inestabilidad, pudiendo llegar otra Dana desde Europa con más aire frío.
Lo más seguro es que el sudeste peninsular se lleve entonces la peor parte, y que veamos en toda la mitad este un descenso de la cota de nieve. En el Pirineo catalán y la Sierra Ibérica podrá nevar a tan solo 1000 metros, mientras que en Sierra Nevada lo hará por encima de los 1500 m.
Además, en Melilla el oleaje será más intenso que estos días, por lo que la Aemet activa allí el aviso naranja para el miércoles, y seguirá a su vez muy activo todo el Mar de Alborán y el área del Estrecho de Gibraltar.
A partir de entonces aumenta la incertidumbre, aunque todo apunta a que recibiremos varios frentes atlánticos que alargarán la inestabilidad. Aunque ayudará a nuestros campos y llenará nuestros embalses, que el calor no llegue justo ahora son malas noticias. Las primeras estimaciones sobre la relación de la meteorología con la propagación del coronavirus apuntan a una mayor contención del contagio con temperaturas más elevadas. Aunque es cierto que la humedad también nos ayuda en ese sentido.