Australia no atraviesa su mejor momento. Muchas personas han perdido sus hogares por las terribles inundaciones que se producen en los estados de Queensland y Nueva Gales del Sur, y varios miles han sido evacuadas por precaución. Por si fuera poco, los humanos no son los únicos que luchan por sobrevivir: las casas se están llenando de arañas, serpientes y ratones que buscan refugio del agua.
Una alfombra de arañas recibió a Matt Lovenfosse en el jardín de su casa, en la costa norte de Nueva Gales del Sur, este lunes. También Shenae Varley, que vive en Sídney, se topó con miles de ‘invasores’ en su vecindario: "Mi esposo lo grabó en video, porque yo no me iba a acercar. Cuando estaba parado, tenía arañas trepando por sus piernas", le ha dicho a ‘The Guardian Australia’.
El agua no para de subir. Se ha tragado coches, casas, puentes, carreteras... Mucho ganado ha muerto, mientras que las especies silvestres hacen lo que pueden para salvarse. Las serpientes suben a los árboles y los insectos se cuelan en los edificios, también grillos, hormigas y eslizones (parecidos a las lagartijas), según medios locales.
Y eso no es todo. Basta montarse en un bote por las zonas inundadas para que especies de todo tipo intenten subirse, a salvo del agua.
Un experto ha explicado en 'ABC Australia' que se trata de animales que siempre han estado ahí, escondidos en el suelo, pero con las inundaciones no les queda otra que escapar en masa.
Tres sistemas de baja presión se arremolinaron al final de la pasada semana sobre Australia provocando un diluvio que ha dejado cantidades de agua de récord, superiores a cualquier registro histórico. En otras zonas las cifras son las más altas en 50 años. Y todavía llueve sobre mojado.
Las consecuencias han sido el desbordamiento de varios ríos (este martes se han emitido nuevas advertencias por posibles inundaciones en el entorno de 7 ríos), el derrame de una presa y el colapso de al menos un puente (el Naas, en Canberra). Hay alrededor de 18 mil evacuados y se ha tenido que rescatar a unas 750 personas. En sólo una semana, han caído en algunas zonas más de 800 litros por metro cuadrado.
“Después de días de lluvia intensa, finalmente vemos que comienza a calmarse la situación. Si bien es una buena noticia para las comunidades más afectadas, no es el final de la historia. Muchas áreas todavía enfrentan un riesgo significativo de inundación, y en algunas comunidades las aguas aún no alcanzan su punto máximo”, ha advertido en su última actualización la Oficina de Meteorología de Australia (BoM, por sus siglas en inglés).