Están en las calles, en los armarios de las casas, en los establos… Los ratones se han hecho con varias regiones de los estados de Queensland y Nueva Gales del Sur, en el este de Australia. Una auténtica plaga, la peor en décadas, está desatando el caos. Hay hospitalizados con mordidas y el miedo al contagio de enfermedades está servido.
“El suelo se mueve por la noche con miles de ratones” le ha dicho un agricultor a un medio australiano. Las zonas rurales de Nueva Gales del Sur son las más afectadas. Los roedores encuentran todo cuanto necesitan en la despensa y cultivos de los residentes de zonas como la ciudad de Gilgandra o Coonamble, donde fue grabado el siguiente vídeo.
La plaga es cada vez más preocupante. De los campos los ratones han pasado a ocupar las zonas residenciales y, de ahí, han saltado no solo a las casas sino también a hoteles –que han tenido que cerrar– y a varios hospitales, donde tres personas han sido atacadas mientras eran tratadas “en Tottenham, Walgett y Gulargambone en Nueva Gales del Sur”, recoge ‘The Guardian’.
Steve Henry, investigador de CSIRO (la agencia científica nacional de Australia) le ha dicho a este medio que la plaga es probablemente el resultado de una cosecha de granos inusualmente grande. La temporada de recogida de los cultivos ha empezado antes este año, y eso habría atraído a los roedores en masa.
"Comienzan a reproducirse antes y debido a que hay mucha comida y refugio en el sistema, continúan reproduciéndose desde principios de la primavera hasta el otoño", dijo Henry en ‘The Guardian’.
Varios agricultores han respondido colocando trampas adicionales, y un agricultor de Queensland acaba de recibir permiso para usar un dron para arrojar cebo venenoso desde arriba.
Pero no va a ser fácil librarse de ellos. Cada hembra madura puede reproducirse cada tres semanas, y una sola pareja reproductora de estos roedores puede producir una nueva camada cada 20 días aproximadamente, dando a luz a más de 500 crías en una temporada, según 'Reuters'.
Además del evidente perjuicio para los agricultores, que sufren pérdidas millonarias, los ratones contaminan productos alimenticios cuando se adentran en las casas y destruyen desde artículos de tela hasta equipos electrónicos. Pero además, una de las mayores preocupaciones en medio de la complicada crisis sanitaria por el coronavirus es un contagio masivo de Salmonella.
Esta enfermedad bacteriana causa intoxicación alimentaria y es un peligro para la salud si se encuentra en zonas de preparación de alimentos como cocinas o supermercados.