Los llaman súper-ratones, ratones con superpoderes, ratones culturistas… Pero en realidad son ratones en los que han probado una droga. En diciembre un cohete de SpaceX lanzó 40 roedores al espacio para probar la fórmula que, esperan, ayudará a los astronautas a mantener su masa muscular y ósea en las misiones de largo recorrido.
Lo que hace este fármaco es neutralizar dos sustancias que se encuentran naturalmente en el cuerpo: la miostatina, que normalmente limita el crecimiento muscular, y la activina A, que regula el crecimiento tanto de los músculos como de los huesos. Los ratones mostraron más ganas de hacer ejercicio de lo habitual estando a bordo de la Estación Espacial Internacional y después en la Tierra, informa un equipo en la revista ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’.
"El medicamento fue eficaz no solo para preservar la masa muscular y la masa ósea, sino que en realidad hizo que los músculos y los huesos crecieran", le ha dicho el Dr. Se-Jin Lee, profesor del Laboratorio Jackson y la Universidad de Connecticut, a la organización de medios estadounidense National Public Radio (NPR).
Los ratones "tuvieron una respuesta fenomenal al medicamento sin aparentemente ningún efecto secundario malo", agrega la Dra. Emily Germain-Lee, profesora de la Universidad de Connecticut, coautora del artículo y casada con Lee.
Si una droga funcionara tan bien en los humanos, podría ayudar a los astronautas a mantenerse saludables durante un viaje a Marte, que podría llevar años.
Una droga humana también sería un "milagro" para millones de personas en la Tierra que tienen huesos que se fracturan fácilmente o músculos demasiado débiles para poder estar de pie y caminar, dice Germain-Lee.
Actualmente, los astronautas de la estación espacial hacen ejercicio dos horas al día para preservar la masa muscular y ósea. Pero incluso el ejercicio intenso solo ralentiza la pérdida de masa muscular y ósea.
Por eso se enviaron 40 ratones al espacio. Algunos eran los ‘poderosos’, alterados genéticamente para no perder esa masa muscular y ósea, otros habían tomado la droga a modo de prueba, y otros eran corrientes.
Después de llegar a la estación espacial, todos los ratones hicieron mucho ejercicio.
"Una vez que llegan allí, se vuelven muy activos", dice Lee. "De hecho, tienen un nombre, 'hipódromo', porque corren bastante". Después de un mes en órbita, los ratones saltaron a la costa de California y fueron llevados a un laboratorio en San Diego.
Los ratones normales que no recibieron el fármaco perdieron más del 10% de su masa muscular. Pero la pérdida ósea fue un problema aún mayor para estos animales. "Perdieron una cantidad sustancial de hueso en el espacio y luego, incluso después de estar en la Tierra, en realidad continuaron perdiendo un poco más de masa ósea", dice Lee.
Mientras tanto, los poderosos ratones genéticamente modificados retuvieron su masa muscular y ósea, y los ratones que recibieron la droga en realidad agregaron masa. El fármaco también ayudó a revertir la pérdida de masa muscular y ósea en ratones que fueron tratados después de que regresaron a la tierra.
El desafío, dice Lee, será encontrar una versión del medicamento que desarrolle músculos y huesos en las personas sin causar efectos secundarios.