Shanghái sufre la sacudida del tifón más fuerte registrado en la región en los últimos 75 años. Bautizado como ‘Bebinca’, ha obligado ya a la evacuación de cientos de miles de personas al tiempo en que su fuerza ha paralizado los distintos servicios de transporte.
Tras tocar tierra en la zona costera de Lingang New City, el poderoso tifón comenzaba a causar estragos derribando árboles, provocando la suspensión de multitud de vuelos en los dos principales aeropuertos de la capital china, forzando a la cancelación de los servicios de tren y el cierre de las autopistas.
Irrumpiendo con gran intensidad en el área metropolitana y alcanzando el corazón financiero de Shanghái, en total más de 400.000 personas han sido evacuadas en esta zona como medida de precaución, siendo realojadas en un lugar seguro.
Además, en otros puntos como el distrito de Chongming, otras 9.000 personas eran también desalojadas para mantenerlas a salvo del tifón, que ha obligado a activar la alerta roja.
Dejando rachas de viento de hasta 151 kilómetros por hora, el tifón Bebinca ha desatado el temor de los ciudadanos, con las autoridades aconsejando a 25 millones de residentes de Shanghái quedarse en casa mientras la tormenta azota a la ciudad, en cuyas carreteras han tenido que imponer un límite de velocidad de 40 kilómetros por hora.
La tormenta, la más potente desde 1949, ha dejado además calles inundadas, con múltiples árboles caídos y distintos vehículos arrastrados por el paso del tifón.
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