Casi 50 personas han muerto en Corea del Sur por las lluvias torrenciales, que han causado terribles inundaciones y dejado un rastro de devastación. También Japón ha sufrido desastres naturales esta semana, con más de 2.000 evacuados en el noreste del país, y Estados Unidos ha lamentado cinco fallecidos a causa de las fuertes precipitaciones que están afectando a Pensilvania.
"El clima extremo, una ocurrencia cada vez más frecuente en nuestro clima cálido, está teniendo un gran impacto en la salud humana, los ecosistemas, las economías, la agricultura, la energía y el suministro de agua", ha dicho el secretario general de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), Petteri Taalas.
Las fuertes lluvias y las inundaciones causaron graves daños y pérdidas de vidas en varias partes del mundo.
Más de cuarenta personas murieron cuando las lluvias torrenciales y las inundaciones repentinas azotaron la República de Corea el 14 de julio.
Las inundaciones en el noroeste de China mataron a 15 personas, lo que llevó al presidente Xi Jinping a instar a realizar mayores esfuerzos para proteger al público del clima extremo.
En el norte de la India, las carreteras y los puentes se derrumbaron y las casas fueron arrastradas por el desbordamiento de los ríos durante las fuertes lluvias monzónicas y las inundaciones que mataron a decenas de personas. El estado montañoso de Himachal Pradesh se vio gravemente afectado, al igual que las regiones de Punjab, Rajastan y Uttar Pradesh. Según los informes, Nueva Delhi marcó su día de julio más lluvioso en 40 años, con 153 l/m2 de lluvia cayendo en un día.
La Agencia Meteorológica de Japón (JMA, por sus siglas en inglés) emitió alertas de emergencia por fuertes lluvias el lunes para las prefecturas de Fukuoka y Oita, en Kyushu, la tercera isla más grande del país. El 10 de julio se registró un nuevo récord de precipitaciones diarias de 376 litros/m2 en Minousan y 361,5 mm en Hikosan, ambos en la región de Kyushu.
"Está lloviendo como nunca antes", dicen desde la JMA.
En el noreste de Estados Unidos, partes de Nueva Inglaterra se enfrentan a lluvias aún más torrenciales en suelos saturados tras las graves inundaciones de principios de julio. Nueva York emitió una emergencia por inundaciones repentinas y más de cuatro millones de personas estaban bajo alertas de inundaciones el 11 de julio.
En el estado de Pensilvania, los equipos de rescate buscan a varios niños desaparecidos en el desastre que han dejado las inundaciones en los últimos, y se lamentan al menos cinco muertos confirmados.
"A medida que el planeta se calienta, se espera que veamos lluvias cada vez más intensas, frecuentes y severas, lo que también provocará inundaciones más graves", señala en un comunicado Stefan Uhlenbrook, director de hidrología, agua y criosfera de la OMM.
“Los países desarrollados como Japón están extremadamente alerta y también están muy bien preparados cuando se trata de medidas de gestión de inundaciones. Pero muchos países de bajos ingresos no cuentan con advertencias, apenas tienen estructuras de defensa contra inundaciones y no cuentan con una gestión integrada de inundaciones. La OMM está comprometida a mejorar la situación”, concluye.