Qué es la supercélula severa que ha colapsado de forma histórica las calles de Zaragoza

Una tromba de agua histórica ha colapsado Zaragoza. Varias personas han tenido que ser rescatadas encima de sus coches, arrastrados por las inundaciones, y gran parte de la ciudad ha quedado sepultada por el barro. Los Bomberos recibieron cientos de llamadas durante la tarde del jueves. ¿Qué es la supercélula severa que causó la fuerte tormenta?

El jueves se vivieron momentos de pánico en Zaragoza y la alcaldesa de la ciudad estima que las pérdidas materiales serán millonarias. Las lluvias descargaron grandes cantidades de agua en muy poco tiempo, lo cual hizo que las calles se convirtieran en ríos y obligó a desalojar a los trabajadores de algunas empresas.

Zaragoza se encontraba este jueves en alerta naranja por riesgo importante de lluvias y tormentas. Al caer la tarde, efectivamente, la tromba de agua no se hizo esperar y llegó a descargar alrededor de 117 litros por hora en algunos puntos de la ciudad.

Esto se debió a la formación de un fenómeno llamado 'supercélula severa', que no suele ser muy habitual.

Una supercélula es una tormenta muy organizada que lleva asociados fenómenos de alto impacto como granizo de gran tamaño, lluvias torrenciales, vientos muy intensos e incluso huracanados, y a veces actividad eléctrica.

Suele durar más que las tormentas habituales, al ser un núcleo tormentoso más organizado.

Para que se forme, es necesaria “una poderosa corriente ascendente en rotación llamada mesociclón”, indican los meteorólogos de Meteored, dentro de la nube de gran desarrollo vertical. “Cuando el mesociclón toca tierra, y muchas veces no lo hace, entonces se genera un tornado”, indica.

Si bien estas supercélulas no son demasiado habituales en España, en Aragón sí se dan a veces en esta época del año, aunque en la ciudad de Zaragoza es un hecho histórico, como constatan los hechos.

La inestabilidad en el norte peninsular y la alta cizalladura del viento en parte por el intenso calor que hizo en las horas centrales del día favorecieron la formación de nubes en la región, dando lugar así a esta supercélula que ha causado el caos absoluto.