La primera ola de calor del verano no se ha hecho esperar, como también ocurrió en 2022. Es algo cada vez más frecuente que estos episodios extremos se produzcan en junio, algo que el pasado era casi impensable. Pero el tiempo va a cambiar en julio en España por un fenómeno que ya sonó en semanas pasadas: el bloqueo escandinavo.
El calor aún no ha dicho la última palabra. Si bien lo peor ya pasó el lunes, cuando incluso se alcanzaron los 44,4 ºC en El Granado, Huelva, el martes y miércoles seguiremos tostándonos a más de 38 o 40 ºC en gran parte del sur y del centro de España. El jueves la cosa cambiará.
El jueves se aproximará una vaguada con aire atlántico más fresco, lo que provocará lluvias además en el norte de Galicia y el Cantábrico, y posibilidad de chubascos tormentosos en amplias zonas del centro y este de la Península, ha informado el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Rubén del Campo.
El jueves empezarán a bajar las temperaturas sobre todo en el extremo occidental peninsular, mientras que en el valle del Guadalquivir todavía hará mucho calor con más de 35ºC.
El viernes, en cambio, la bajada térmica será más generalizada, y podría ser acusada en el norte y en el centro peninsular. En puntos de Soria, La Rioja, Navarra o Cantabria hará unos 20 grados de máxima y alrededor de 8 grados por la noche, es decir, tocará sacar chaquetas por el día y arroparse de madrugada.
En Madrid, Zaragoza o Valencia rondaremos los 30 ºC, y se bajará a entre 34 y 38 ºC en puntos de Andalucía, Extremadura y oeste de Castilla-La Mancha. Es decir, en el suroeste el calor seguirá, aunque será menos intenso que en días anteriores.
El pasado mes de mayo se produjo un cambio brusco de tiempo que causó tormentas con fuertes granizadas en muchas partes de España, incluso vimos inundaciones en algunos municipios.
Esto se debió a "un bloqueo de altas presiones en la zona de islas británicas y Escandinavia y a un debilitamiento del anticiclón de las Azores en nuestro ámbito geográfico", señala un meteorólogo de Meteored. Esto es lo que conocemos como el "bloqueo escandinavo".
Y todo apunta a que ese bloqueo escandinavo va a volver en julio. Esto hará que se produzca la llegada puntual de borrascas, lo cual hará que el mes sea más tormentoso de la cuenta. Además las aguas del Atlántico están extremadamente cálidas y esto hace que haya más evaporación hacia la atmósfera, es decir, más vapor de agua en altura que se traducirá en precipitaciones más fuertes.
A pesar de todo, es verano y lo más seguro es que las temperaturas estén por encima del promedio habitual para julio a lo largo del mes, y que se produzca puntualmente la entrada de dorsales que calmarán la atmósfera, por lo que no lloverá de seguido, sino de manera ocasional.