Dormir en verano puede convertirse en una pesadilla cuando la temperatura se dispara y el sudor nos hace dar mil vueltas en la cama. ¿Sabes lo que son las noches tropicales, tórridas e infernales? Así las definen los meteorólogos y estas son algunas maneras de lidiar con ellas.
El calor se va a convertir en el protagonista a partir de este jueves e irá yendo a más a medida que pasen los días. El fin de semana, dormiremos a más de 20 ºC en gran parte de España, e incluso es posible que se registren mínimas de 25 y 30 ºC en algunas regiones.
Estos términos se utilizan para referirnos a las noches con temperaturas mínimas muy altas, y se dan generalmente en verano, aunque cada vez son más frecuentes en primavera.
Una noche tropical es aquella en que la temperatura no baja de los 20 ºC en toda la madrugada, según la definición de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), y se están volviendo una normalidad en algunos grandes núcleos urbanos, así como a orillas del Mediterráneo y en las islas Canarias.
Desde los años 70, las noches tropicales han aumentado en España hasta el punto de duplicarse la cifra de estas noches en algunas zonas en tan solo 50 años.
Donde más se producen estas noches tropicales es en Canarias, donde llegan a exceder las 150 noches de media a lo largo del año. Le siguen las provincias a orillas del Mediterráneo como pueden ser Valencia, Almería o Alicante, con más de 70 noches tropicales al año en promedio. Barcelona tiene alrededor de 50, y Madrid más de 35.
A medida que las temperaturas mínimas se disparan, los meteorólogos emplean nuevos térmicos para referirse a estas madrugadas insufribles.
Cada vez se oye más lo de “noche ecuatorial o tórrida”, que son aquellas en que la temperatura mínima no baja de 25 ºC, lo cual es un riesgo para la salud porque aumenta la presión sanguínea, poniendo en peligro a personas mayores o con enfermedades del corazón.
Las noches infernales son incluso peores. Son aquellas en que la temperatura no baja de 30 ºC, algo que por ahora no es demasiado habitual en nuestro país, pero sí se han dado, especialmente en las islas Canarias.
Una buena temperatura para dormir son los 18 ºC. Por encima de los 21 ºC podemos empezar a dar vueltas y, a menos que tengamos aire acondicionado, conciliar el sueño puede convertirse en una pesadilla. Estas son algunas cosas que puedes hacer al respecto.