¿Una ola de calor a las puertas de noviembre? No exactamente, pero el episodio que nos espera esta semana, calificado de “arreón térmico”, traerá temperaturas excepcionalmente altas, más propias del verano que de estas fechas, cuando esperaríamos ver ya nieve en nuestras montañas. Así afectará a España.
Tras el paso de las borrascas Armand y Béatrice, que causaron un descenso del termómetro en España, las temperaturas se han ido recuperando, y este miércoles superan ya los 32 grados en el sur y el este del país, con la marca más alta hasta el momento en San José del Valle, Cádiz, donde ha hecho 33 ºC. Y a orillas del Cantábrico va a hacer más de 25 ºC.
Este octubre está siendo lo "suficientemente anómalo" como para definirlo ya como el "octubre más cálido desde 1961", ha detallado Bea Hervella, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
Ayer se batió el récord en Melilla, con 36,8 grados, la máxima más alta para este mes de toda la serie, casi dos grados más que el anterior récord y además se registraron valores "atípicos" en otras zonas como 33 grados en el Valle del Genil (Granada), entre 28 y 29 grados en el litoral vasco y cántabro e incluso 33 grados en zonas de las Baleares.
Y eso fue solo el comienzo, porque entre el miércoles y el viernes las temperaturas van a tocar techo en España, con temperaturas de hasta 32 grados en Lleida, 30 grados en Ciudad Real y Palma y 29 grados en Bilbao, Pamplona, Zaragoza y Girona por poner algunos ejemplos. En algunos casos serán valores 15 grados más altos de lo normal para estas fechas.
Este calor anómalo se lo debemos a lo que se ha calificado con el térmico “arreón térmico”, un episodio de temperaturas excepcionalmente altas por la llegada de una masa de aire cálido y seco procedente de África, que se está viendo canalizada por los vientos del sur que se forman entre un potente anticiclón y las borrascas que pasan por el oeste de la Península Ibérica.
Estas borrascas no afectarán a España ni a gran parte de Europa por esa persistencia del anticiclón, que ha echado el ancla sobre el continente en pleno otoño. Sin embargo, sí lograrán causar fuertes precipitaciones en el oeste de Galicia, que se extenderán de manera más débil al resto de la comunidad, así como partes de Asturias, de Castilla y León y al norte de Extremadura.
En Galicia podrán acumularse a lo largo de la semana más de 250 litros por metro cuadrado en las provincias de A Coruña y Pontevedra, por lo que habrá que extremar las precauciones, y soplará fuerte viento por esas borrascas en el entorno de la Cordillera Cantábrica.
El viernes apenas variarán las temperaturas y el sábado habrá caídas generalizadas, pero solo 3-4 grados, y no será hasta el domingo, cuando se produzca un "descenso generalizado", según la Aemet, pero aún serán más altas de lo habitual para esta época del año.
Se formarán nieblas en la costa catalana y en la Comunidad Valenciana y habrá calima por una nueva entrada de polvo del Sáhara, que empeorará la calidad del aire en buena parte de España, especialmente en puntos del suroeste peninsular.
El fin de semana, en el que arranca el puente de Todos los Santos, lo más probable es que persistan tendencias similares a las de estos días, aunque habrá que vigilar posibles cambios, dado que podría formarse una DANA o depresión aislada en niveles altos, como ha indicado la portavoz de la Aemet.