{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
La borrasca Danielle ya está en España y sus efectos se están dejando notar de norte a sur. La imagen es similar en La Rioja, Madrid o en Sevilla, con aguaceros tormentosos que están refrescando mucho el ambiente y arrojando grandes cantidades de agua, y fuertes vientos que en algunos observatorios han superado los 100 km/hora.
Una de las provincias muy afectadas por el temporal de la borrasca Danielle, formada por los restos de un exhuracán, ha sido Valencia. La línea de tormentas avanzó rápidamente del interior hacia el litoral, descargando casi 12 litros por metro cuadrado en algunos puntos.
Fueron tormentas de corta duración pero localmente se registró incluso alguna granizada, como ocurrió en la comarca valenciana de la Hoya Buñol. A nivel local también se han registrado rachas fuertes de viento, como las de hasta 70 kilómetros por hora en Utiel.
Pero para vientos, los registrados en la estación meteorológica de Sierra Nevada, en Granada, que superaron los 120 km/h la pasada madrugada, así como en puntos de Huesca, en La Pinilla (Segovia) o en la sierra de Madrid, donde las rachas rondaron los 110 km/hora.
También se han producido destrozos en Arnedo (La Rioja), donde se formó una especie de tornado de vientos intensos que tiró los árboles sobre coches y en medio de la carretera. Al final de la tarde, la imagen era la de carreteras cortadas y calles donde el agua llegaba por el tobillo.
El martes 13 será el día más lluvioso de la semana, con la borrasca Danielle ya de lleno sobre España. Al menos doce comunidades autónomas están en alerta ya sea por fuertes precipitaciones, por tormentas o por viento intenso, con rachas de 70 km/hora o más.
Los chubascos y tormentas serán localmente fuertes o persistentes en amplias zonas de la Península, especialmente en Galicia, Extremadura, meseta sur, Andalucía occidental, Aragón y Cataluña, y el viento será más intenso en zonas de montaña del norte y centro peninsular.
Las temperaturas diurnas bajarán notablemente en buena parte de la Península, mientras que seguirán siendo altas en Baleares.