La temporada de huracanes 2022 está pasando de largo en el Atlántico este verano. Durante todo julio y agosto no se ha registrado actividad ciclónica en absoluto, aunque las cosas están cambiando en septiembre con la formación del huracán Danielle, y una segunda tormenta nombrada Earl. ¿Por qué está siendo histórica esta temporada?
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha constatado una temporada "anómala" de huracanes del Atlántico norte por la escasa actividad ciclónica durante los meses de verano hasta el jueves pasado, cuando se formó el ciclón tropical 'Danielle'.
Aunque a comienzos del mes de junio se esperaba una temporada de huracanes con más ciclones de lo habitual y más intensos, por el momento está ocurriendo lo contrario: el Atlántico está inusualmente tranquilo.
"Danielle es el cuarto de la temporada y desde el 5 de julio hasta ayer no hubo ninguna formación de ciclones tropicales en el Atlántico, algo muy anómalo. La última vez que ocurrió algo así, que en julio y agosto no hubiera ciclones, fue en 1982, hacía 40 años que no sucedía", ha explicado el portavoz de la Aemet, Rubén del Campo.
Esta temporada es anómala no solo por la escasa actividad ciclónica, sino también porque a priori las condiciones eran favorables para que la temporada fuera muy activa, con aguas más calientes de lo normal y condiciones atmosféricas favorables debido al fenómeno meteorológico de 'La Niña' y a un monzón africano.
Según ha explicado Del Campo a Europa Press, la causa de lo ocurrido puede encontrarse en que la troposfera, entre 0 y 10 kilómetros sobre el Atlántico, ha estado "más seca, con una humedad más baja" y "le ha llegado en más ocasiones de lo habitual polvo del Sáhara" algo que es "muy perjudicial" para el desarrollo de huracanes.
De esta forma, este año se ha retrasado la temporada de huracanes y se prevé que tendría que acelerarse mucho y ser muy activa a partir de ahora para que se cumplieran las predicciones iniciales de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), que pronosticaba entre 14 y 21 ciclones del 1 de junio al 30 de noviembre.
En cuanto al ciclón tropical 'Danielle', en estos momentos, existe una "incertidumbre alta" sobre lo que pueda ocurrir, aunque la Aemet ha rebajado a menos del 10 % las probabilidades de que toque España. En cualquier caso, si llegara a la Península Ibérica, se notaría en forma de vientos fuertes y mal estado de la mar solo en el noroeste de la Península, en las costas de Galicia.
Según ha indicado el portavoz de la Aemet, no es del todo extraño que en otoño lleguen a Europa restos de huracanes convertidos en borrascas extratropicales que provocan temporales de viento, muchas lluvias y, en ocasiones, también subida de las temperaturas por los intensos vientos del sur.
En los últimos años, cerca de España se ha recibido la visita de ciclones tropicales como 'Ophelia', de categoría tres (con vientos de más de 180 kilómetros por hora), que estuvo a menos de 1.000 kilómetros de las costas de Galicia en octubre de 2017; el huracán 'Leslie', en 2018, que fue inusualmente duradero; o la tormenta subtropical 'Alpha', en 2020, frente a Portugal.
Danielle comparte el Atlántico actualmente con otro ciclón tropical, Earl, que se formó el viernes. Se prevé que se intensifique e incluso podría ser el primer ‘gran huracán’ de la temporada, lo cual quiere decir que llegaría a una categoría 3, con vientos que superarían los 200 km/hora y podrían destrozar edificios enteros en caso de tocar tierra.