Después de un verano sin actividad ciclónica en el Atlántico (algo inusual), se ha formado en septiembre el primer huracán de la temporada: Danielle. La tormenta tiene en vilo a España por su posible trayectoria, además de haber puesto patas arriba lo que conocíamos sobre ciclones tropicales por varias razones. ¿Cómo evolucionará y a qué zonas afectará?
Por primera vez desde 1982, no hemos visto ninguna tormenta tropical con nombre en julio y agosto en el Atlántico norte. La temporada de huracanes se esperaba muy activa, pero hasta el momento está siendo una de las más tranquilas registradas históricamente.
Danielle es el primer huracán de la temporada, y es uno de los más llamativos que se han observado jamás en el Atlántico. Primero, por su latitud de formación poco habitual (muy al norte, casi a 40 ºN), y segundo, porque se ha formado por mecanismos tropicales, con aguas muy cálidas y la corriente en chorro de latitudes medias lejos de la zona, ha informado Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
Esto ha sido así por la tremenda anomalía térmica en las aguas del Atlántico, que también será decisiva en su evolución y su trayectoria esta semana.
“El huracán Danielle se mueve lentamente al oeste de Azores sin intensificarse, ya que hace aflorar aguas profundas frías. A partir del miércoles se desplazará, debilitándose, hacia el nordeste. Las probabilidades de que afecte a España, que ya eran bajas, han disminuido aún más”, ha comunicado la Aemet.
No obstante, la posibilidad de que se dirija a la Península Ibérica, aunque escasa, todavía no se ha descartado del todo.
De hacerlo, Danielle llegaría después de realizar una transición a ciclón extratropical, o quizá como una potente borrasca de latitudes medias. Lo mismo ocurrirá si se dirige a las islas británicas, lo cual la alejará de nuestro territorio. Cualquiera de estas dos opciones ocurrirá al final de la semana.
La incertidumbre respecto a qué pasará es enorme. En principio, “si se desplazase pasando frente a la costa noroeste española, la primera consecuencia sería una importante irrupción de viento sur (que haría subir las temperaturas). A su paso también dejaría fuertes vientos y mala mar en la costa Atlántica (incluso mar arbolada). Por último, llegarían algunas lluvias asociadas al sistema al noroeste del país”, pronostican los meteorólogos de Eltiempo.es.
Danielle no es el único ciclón tropical activo en el Atlántico actualmente. También estamos pendientes de Earl, que se está intensificando y se espera que se convierta en huracán en los próximos días. Probablemente se dirigirá hacia el norte, hacia latitudes relativamente altas, como lo ha hecho Danielle, de nuevo por culpa del excesivo calor en las aguas del Atlántico norte.