La ola de calor sin precedentes experimentada en Europa este verano se considerará un verano "normal" para 2035. El Grupo Asesor de Crisis Climática (CCAG) de la oficina meteorológica británica ha realizado un exhaustivo análisis que será publicado en un estudio próximamente, en el que alerta de lo que nos espera: los veranos serán infernales en la próxima década en todo el continente, como ya alertó hace poco la Organización Meteorológica Mundial.
Incluso si los países cumpliesen con sus compromisos climáticos establecidos en el Acuerdo de París, los veranos ya nunca volverán a ser lo que eran. Lo demuestran los últimos datos del Met Office Hadley Centre, encargado por el CCAG.
Los datos analizan la rapidez con la que cambian las temperaturas en toda Europa y rastrean las temperaturas medias de verano observadas desde 1850 en comparación con las predicciones del modelo. Encuentra que, de acuerdo con las predicciones actuales, un verano promedio en Europa central para el año 2100 será 4 °C más caluroso que en la era preindustrial.
Esto sirve como un recordatorio urgente de la necesidad de que los países vayan mucho más allá de sus contribuciones determinadas a nivel nacional prometidas hasta ahora en virtud del Acuerdo de París, cuyo objetivo es limitar el calentamiento global a menos de 1,5 °C.
Como tal, CCAG aboga por la adopción de medidas de mitigación a lo largo de tres ejes que el Grupo ha denominado las 3R.
“La ciencia es clara en cuanto a que el clima extremo que se enfrenta actualmente en todo el mundo es, al menos en gran parte, una consecuencia del cambio climático inducido por el hombre”, dice en un comunicado David King, presidente del Grupo Asesor de Crisis Climática.
“Los datos publicados por Met Office muestran que, incluso si los países cumplen con sus compromisos de reducción de emisiones que han hecho hasta ahora, la situación aún empeorará, y se prevé que el clima en Europa sea aún más extremo que el visto este verano”.
“Después de la ola de calor europea de 2003, que se calcula que mató a más de 70.000 personas, se predijo que tales temperaturas, tan excepcionales en ese momento, se convertirían en la norma bajo emisiones continuas”, señala el profesor Peter Stott, del Met Office Hadley Center.
“Esa predicción ahora se ha realizado. Los riesgos del clima extremo, incluidos incendios, sequías e inundaciones repentinas, seguirán aumentando rápidamente a menos que las emisiones de gases de efecto invernadero se reduzcan sustancialmente”, concluye.