Los mapas de la NASA muestran las intensas olas de calor que están sofocando a varios lugares del mundo simultáneamente. Aunque la más destacada, que tiene sorprendidos a los meteorólogos, se está produciendo en Europa. España, Portugal e Italia viven desde hace semanas un clima extremo que se está extendiendo estos días a Francia y Reino Unido, donde el fuego y los récords de temperatura los sitúan actualmente en los lugares más tórridos del planeta.
Las temperaturas Europa, el norte de África, y partes de Oriente Medio y Asia han escalado hasta los 40 grados y han roto muchos récords de larga data.
El Sistema de Observación de la Tierra Goddard (GEOS) muestra la temperatura del aire en gran parte del globo en el siguiente mapa, en el que destaca buena parte de Europa por un rojo intenso, que se está intensificando más aun esta semana.
“Aunque existe un patrón claro de una 'onda atmosférica' con valores alternos cálidos (más rojos) y fríos (más azules) en diferentes lugares, esta gran área de calor extremo (y sin precedentes) es otro indicador claro de que las emisiones de gases de efecto invernadero por la actividad humana está causando extremos climáticos que afectan nuestras condiciones de vida”, dice en un comunicado Steven Pawson, jefe de la Oficina de Modelado y Asimilación Global en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA.
En Europa occidental, que ya estaba experimentando una grave sequía, la ola de calor avivó los incendios que asolaron Portugal, España y partes de Francia. En Portugal, las temperaturas alcanzaron los 45 grados el 13 de julio en la localidad de Leiria, donde se habían quemado más de 3.000 hectáreas. Más de la mitad del país estaba en alerta roja mientras los bomberos combatían 14 incendios activos.
La imagen de arriba muestra las ubicaciones de las detecciones de incendios en Portugal y España según lo observado por el Visible Infrared Imaging Radiometer Suite (VIIRS) en el satélite Suomi NPP el 12 de julio. Las detecciones de incendios prominentes al oeste de Madrid incluyen la ciudad de Las Hurdes, donde se han quemado más de 1.500 hectáreas.
En Italia, el calor récord contribuyó al colapso de una parte del glaciar Marmolada en los Dolomitas el 3 de julio. La avalancha de nieve, hielo y rocas mató a 11 excursionistas.
En el Reino Unido, la Oficina Meteorológica emitió advertencias de calor extremo o ámbar, ya que se esperaba que las temperaturas siguieran subiendo, posiblemente superando los máximos históricos.
En el norte de África, Túnez ha soportado una ola de calor e incendios que han dañado la cosecha de cereales del país. El 13 de julio en la ciudad capital de Túnez, la temperatura alcanzó los 48 ºC, rompiendo un récord de 40 años.
En Irán, las temperaturas se mantuvieron altas en julio después de alcanzar los abrasadores 52 ºC a finales de junio.
En China, el verano ha traído tres olas de calor que han torcido las carreteras, derretido el alquitrán y desprendido las tejas de los techos. El Observatorio Shanghai Xujiahui , donde se llevan registros desde 1873, registró su temperatura más alta: 40,9 ºC el 13 de julio de 2022. La alta humedad y los puntos de rocío, junto con las temperaturas cálidas durante la noche, crearon condiciones potencialmente mortales.
“Tal calor extremo tiene impactos directos en la salud humana, además de tener otras consecuencias, incluidos estos incendios que están ocurriendo ahora en Europa y África, y que han proliferado en los últimos años en América del Norte”, concluye Pawson.