¿No tienes aire acondicionado y tu casa parece un horno? España vive desde hace más de una semana la ola de calor más extrema del año y posiblemente la más intensa que hemos tenido este siglo, con temperaturas que han llegado a superar los 45 ºC varios días seguidos. Te contamos cómo mantener la casa fresquita.
Con más de 21 grados en el dormitorio, el cuerno no puede bajar la temperatura corporal y producir la suficiente melatonina, conocida como la hormona del sueño. Por eso, con las olas de calor llegan las noches de insomnio que hacen que nos sintamos, más tristes, más irritados y más estresados, y además tienen un impacto negativo en la salud física, por lo que es importante crear un ambiente lo más agradable posible en casa para que el calor no acabe con nosotros. Esto no siempre es fácil sin aire acondicionado. Apunta estos truquitos.
Saber ventilar en condiciones es importante para ventilar y para refrescar la casa, sobre todo si hace casi 40 grados. En el caos de las ventanas que dan a la calle, ábrelas un 10 por ciento aproximadamente, y si están en un patio ábrelas más. De esta manera el aire entrará por la ventana exterior y saldrá por la del patio interior, creando una corriente que se acelera.
Por las noches, coloca un cuenco de agua cerca de la ventana para aumentar ligeramente la humedad.
A falta de aire acondicionado, buenos son los ventiladores. Gastan muchísima menos electricidad y ayudan a crear esas corrientes que dan sensación de frescor. Si además colocas el ventilador cerca de un humidificador, conseguirás refrescar la casa con mayor éxito.
El calor procede en un 30 % de las ventanas, por lo que si las protegemos del calor protegeremos también la casa. Los toldos nos ayudarán a crear esa barrera contra el aire caliente, y las persianas aíslan genial de la temperatura exterior. Los estores enrollables llevan además un revestimiento térmico, y bloquean parte de la luz pero sin crear absoluta oscuridad.
Otra manera de aislar tus ventanas son estas cortinas opacas de Amazon Basics que bloquean la luz solar y actúan como barrera térmica para aislarte del calor infernal de la calle. Ahorrarás energía en aire acondicionado y le darás un toque nuevo a los espacios de tu hogar. Las venden en varios colores y son fáciles de colocar.
No olvides que la lavadora, el lavavajillas, el horno… En general todos los electrodomésticos dan calor, por lo que es preferible no ponerlos todos a la vez especialmente si es por el día y en un espacio de la casa que se caliente mucho de por sí.
Esto es importante siempre que hace calor tanto en la calle como en casa. Hidrátate constantemente, no solo bebiendo agua, también con alimentos que la contengan, como la sandía, que refresca y es saludable. Además, es aconsejable mojarse de vez en cuando la piel para tener la sensación de frescor.
Los colores oscuros están prohibidos con estos calores, tanto en la ropa como en las cortinas y otros tejidos de casa, como pueden ser las sabanas y la funda del sofá. Los tonos claros no absorben tanto el calor y te harán las noches veraniegas más fáciles.
Las habitaciones con orientación sur u oeste suelen ser las más calurosas, y conviene aislarlas para que no se extienda el calor al resto de la casa. Por el contrario, durante la noche abre las habitaciones más fresquitas para crear corrientes y que se refresque la casa.
Son una solución poco glamurosa, pero eficiente. Los hay con un nebulizador que crea una ligera lluvia para humedecer los espacios, de manera que no sientas tanto las altas temperaturas mientras trabajas o estudias. Eso sí, no lo coloques muy cerca de un ordenador porque la humedad podría dañarlo.