Los satélites de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) han captado imágenes que reflejan el inmenso calor de este verano en Europa. Los radares que miden la temperatura del suelo han llegado a marcar 55 grados en partes del continente en las ultimas semanas.
Las temperaturas sofocantes en Francia, España o Portugal están causando incendios forestales terribles que han obligado a miles de personas a abandonar sus hogares. Está siendo uno de los veranos más tórridos que se recuerdan.
La siguiente imagen por satélite muestra la temperatura de la superficie del suelo en el sur de Francia, España y el norte de África la mañana del 17 de julio.
Conviene destacar la diferencia entre la temperatura del aire y la de la superficie del suelo. La temperatura del aire de nuestras previsiones meteorológicas diarias mide el nivel de calor del aire por encima del suelo, explica la ESA en un comunicado. Por otra parte, la temperatura de la superficie del suelo mide el nivel de calor que tendría el propio terreno al tacto.
En la imagen se muestra claramente que, en algunos lugares, la superficie del suelo llegó a nada menos que 55 °C. Teniendo en cuenta que la misión Sentinel-3 de Copernicus obtuvo estos datos por la mañana, la temperatura habría aumentado según avanzaba el día.
La comunidad científica realiza un seguimiento de la temperatura de la superficie del suelo porque el calor que emana de este afecta a la meteorología y a los patrones climáticos.
Estas mediciones son especialmente importantes tanto en el ámbito de la agricultura, a la hora de valorar la cantidad de riego que necesitan los cultivos, como en la planificación urbana, por ejemplo, para mejorar las estrategias de mitigación del calor.
En la imagen de la temperatura de la superficie del suelo también se identifican los incendios forestales de la región de Gironda, al sur de Francia. Estos son solo unos pocos de los muchos incendios que se están sufriendo este verano, siendo España el país de la Unión Europea con mayor superficie quemada hasta la fecha.
Las temperaturas, tanto del aire como de la superficie del suelo, han aumentado hasta tal punto en las últimas seis semanas que se han batido numerosos récords.
Al tiempo que siguen activas las alertas por altas temperaturas, también hay otras por sequía en casi la mitad de la Unión Europea, lo que supone un riesgo aún más prolongado para el abastecimiento de agua y la producción agrícola de alimentos.
Conforme vayan aumentando los efectos del cambio climático, también se teme que lo haga este tipo de fenómenos meteorológicos extremos.