Las vacaciones o días libres suponen en la mayoría de los casos una buena noticia para quien los puede disfrutar. Y a pesar de lo que se piense en el extranjero, España no encabeza la lista del ránking de los países con más jornadas libres.
Pero, no es lo mismo un día no lectivo que un día no laborable. En ambos días se mantiene la actividad habitual. La gran diferencia entre ambos radica en quién se queda en casa a disfrutarlo.
Los días no lectivos solo afectan al ámbito educativo, es decir, estudiantes y profesores. Son días en los que las escuelas, institutos y universidades suspenden sus actividades académicas regulares. Esto puede ser por varias razones: coinciden con festivos nacionales o locales, hay algún evento especial o por situaciones imprevistas como condiciones climáticas o de emergencias.
Durante estos días, los estudiantes no tienen clases ni tampoco deben asistir a la institución educativa correspondiente.
Existen varios tipos de días no lectivos, y estos pueden ser por diversos motivos como se ha mencionado anteriormente.
En el día no lectivo, por lo general, el personal no docente de las instituciones educativas, ya sean administrativos, personal de limpieza o mantenimiento, también suele tener el día libre. Pero esto puede variar según la normativa y políticas concretas de cada centro o región.
Un día no laborable es ese donde los trabajadores, del sector que sea, público o privado, no tienen la obligación de acudir a su puesto de trabajo. Dichos días suelen estar establecidos o bien por ley, o bien por convenio colectivo.
En algunos trabajos, suelen coincidir con festivos nacionales, regionales o locales. Y también pueden ser días concedidos por la empresa como vacaciones, puentes o permisos retribuidos.
Todas las personas que trabajan en la Unión Europea, por ley, disponen de 4 semanas de vacaciones pagadas al año. Cada país tiene flexibilidad para regular los permisos como quiera, en España se disponen de 22 días.
En resumen, la principal diferencia es que en los días no lectivos, solo afecta a la actividad académica, mientras que los no laborables eximen a los trabajadores a acudir a su puesto de trabajo.
Muchas familias alertan del problema para la conciliación que suponen los días no lectivos, ya que, es muy complicado que coincidan estos días no laborables con los no lectivos. Y muchos de estos están impuestos por la Consejería de Educación sin tener en cuenta la problemática que supone para muchas familias.
Durante los días no lectivos, muchos padres se ven sin opciones para el cuidado de sus hijos. Muchos centros educativos cierran sus puertas y no están disponibles para atender en estos días especiales, y tampoco pueden disponer de familiares o amigos siempre. Por lo que deja a las familias con la necesidad de buscar soluciones improvisadas.
Algunas soluciones que encuentran los padres en estos periodos no lectivos son los campamentos, actividades extraescolares o recurrir a cuidadores privados. Estos son remedios costosos y suponen una carga extra al presupuesto familiar. El problema es que muchas familias, especialmente las que tienen más de un hijo o que dependen de un solo ingreso, no pueden asumir el coste de estos recursos, lo que hace que la situación se complique aún más. Y, algunas de estas opciones ni siquiera cubren todo el horario laboral, haciendo que los padres tengan que recurrir a más alternativas.
Es cierto que algunas empresas quieren favorecer la conciliación familiar ofreciendo a los padres teletrabajo o flexibilidad horaria, pero no lo hacen todas. Por lo que muchas veces, los padres se ven obligados a tomar días de vacaciones o permisos no remunerados.
Y esto, también refleja un problema de género, ya que son muchos los casos donde son las mujeres las que, en su mayoría, asumen la responsabilidad de cuidar a los hijos durante los días no lectivos. Esto limita su desarrollo profesional y perpetúa la brecha de género en el ámbito laboral. Son muchas las madres las que directamente optan por jornadas reducidas o se ven forzadas a dejar el trabajo mediante una excedencia debido a la falta de apoyo tanto institucional como empresarial.